El Juego de Estrellas de LeBron James
Fue la gran figura para el triunfo de su equipo en un partido por fin competitivo y dejó como legado un mensaje claro y fuerte: ‘No nos callaremos’
LeBron James le dio ventaja definitiva a su equipo al encestar cuando restaban 34 segundos tras una gran combinación con Russell Westbrook y Kyrie Irving, y el “Equipo LeBron” se impuso 148-145 al “Equipo Stephen” en un Juego de Estrellas de la NBA que volvió a ser competitivo y emocionante.
La primera edición del nuevo formato del Juego de Estrellas, en el que dos capitanes (James y Stephen Curry) escogieron a sus escuadras sin importar las conferencias, fue un éxito. Mayormente quedó atrás la indolencia vista en juegos anteriores en los que no hubo intenciones de defender al rival dando como resultado un espectáculo aburrido.
El domingo en el Staples Center, enfrente de muchas celebridades y leyendas de la NBA, incluyendo Michael Jordan, las estrellas dejaron jugar al rival, pero no regalaron las canastas. Hubo tiros contestados y decentes rotaciones defensivas.
Todo se definió en el minuto final luego que el “Equipo LeBron” había remontado 13 puntos en el cuarto periodo.
Un triple de James empató el juego a 144 restando 1:30 minutos. El “Equipo Stephen” recuperó la ventaja (145-144) por un libre de DeMar DeRozan, pero en la siguiente jugada, James puso el 146-145 al meterse bajo el aro tras un pase de Irving, su excompañero de los Cavs, en una combinación relampagueante iniciada por un pase de James a Russell Westbrook, quien luego amplió la ventaja a tres puntos en un rompimiento.
El intento final del “Equipo Stephen” fracasó debido a la excelente defensa de James, Kevin Durant y sus otros compañeros, que no dejaron que hubiera un último tiro antes de que sonara la bocina final. James y Durant celebraron saltando juntos, olvidando por un segundo que son grandes rivales en sus clubes.
La voz afónica de James al recibir el trofeo de Jugador Más Valioso (obtuvo 11 de los 12 votos de un panel especializado) fue una evidencia de la intensidad con la que se jugó. La superestrella de los Cavaliers finalizó con 29 puntos, la mayor cifra de la noche, con 12 de 17 en tiros de campo, 10 rebotes y 8 asistencias en 31 minutos. Durant tuvo 19 puntos y Paul George 16. Por el “Equipo Stephen”, DeRozan y Damian Lillard fueron los mejores en puntos con 21.
Bloqueo a la intolerancia
El 67º Juego de Estrellas no sólo fue mejor jugado que los anteriores y con un final emocionante, sino que estuvo rodeado de un espíritu de unidad de parte de los mejores basquetbolistas del planeta, quienes no titubearon para expresarse durante el fin de semana en contra de la injusticia social que existe en el país y la hipocresía de la administración Trump.
Fue la agresiva declaración de la comentarista conservadora Laura Ingraham lo que detonó un tema de por sí muy presente por meses. La conductora de Fox News –la cadena incondicional del gobierno de Trump– criticó durante un programa al aire a LeBron James por opinar sobre política y le dijo que “se calle y drible”.
El sábado, cuando todas las estrellas se presentaron ante los medios, James no se calló. Nadie lo hizo. La respuesta a un comentario ofensivo, intolerante y de odio que representa mucho del actual discurso político de la Casa Blanca encontró una bloqueada contundente.
“Nosotros definitivamente no nos callaremos”, dijo James, quien admitió no conocer a la comentarista, pero a quien le respondió con clase en referencia a tantos jóvenes que viven hoy en situaciones sociales precarias.
“Porque significa demasiado para la sociedad, es decir que significa mucho para los jóvenes, mucho para los niños que sienten que no tienen una vía de salida y ellos necesitan a alguien que ayude a guiarlos fuera de la situación en la que se encuentran”, dijo James.
“Lo mejor que ella hizo fue ayudarme a crear mayor consciencia. Sentarme aquí en el fin de semana del Juego de Estrellas de la NBA, el mejor fin de semana de la NBA, y hablar acerca de injusticia social, de igualdad”, agregó el mejor basquetbolista del mundo. “Quiero ayudar a cambiar a los niños no sólo de Estados Unidos, sino de Brasil, Inglaterra, México y de todas partes, gracias”.
Una nueva era
El marcador fue reflejo de un juego más serio que los de años recientes. En el partido de 2017 se anotaron un récord de 374 puntos (Oeste, 192-182) y un año antes fueron 369 (Oeste, 196-173). También es cierto que la pizarra final también denota mala puntería, especialmente desde larga distancia.
El “Equipo LeBron” metió sólo 19 de 58 intentos de tres puntos para un 32% y el “Equipo Stephen” estuvo incluso peor: 17 de 65 para un 26%. Curry acaso el mejor encestador de triples de la historia, apenas conectó 3 de 11, mientras James Harden, estrella de los Rockets, 2 de 13.
El equipo de LeBron vistió totalmente de blanco y el de Curry de negro, y cada estrella tuvo en el pecho el logo de su respectivo club. Esto debido a que en esta edición del partido no hubo conferencias y hubiese sido inapropiado que los uniformes de cada escuadra dijeran “Team LeBron” o “Team Stephen”.
Desde el principio de la acciones se notó una mayor intención de las estrellas de poner un aceptable grado de intensidad en la cancha. Fueron pocas las coladas francas sin esfuerzo defensivo o los pases al aro para clavar (“alley oops”).
LeBron anotó 15 puntos en la primera mitad para liderar a su escuadra, mientras Klay Thompson metió cinco triples para todas sus 15 unidades de la mitad. En contraste, sus compañeros Stephen Curry y James Harden apenas se combinaron para 2 de 16 en intentos de triples y 8 puntos.
Para el público de Los Ángeles fue una oportunidad de ver en el Staples a algunos jugadores que podrían ser contratados por Lakers y Clippers en este 2018 o 2019. Ambos conjuntos se aprestan para ir a la agencia libre con la chequera lista, especialmente los Lakers. Obviamente, James encabeza la lista de posibles fichajes dentro de los siguientes dos años, pero también Paul George, Jimmy Butler, Klay Thompson podrían estar disponibles.