El 85% de los padres hispanos se comunica en español con sus hijos
Los porcentajes varían cuantiosamente en función de primera (97%), segunda (71%) y tercera generación (49%)
Un estudio publicado hoy por el centro de investigación Pew Research Center revela que el 85 % de los padres hispanos hablan en español con sus hijos, si bien la proporción disminuye a medida que se deja atrás la primera generación de inmigrantes.
Así, el análisis señala que casi la totalidad de los padres inmigrantes de primera generación (un 97%), o sea, quienes llegan a EEUU desde países de habla hispana, se comunican en español con sus hijos. El porcentaje se reduce hasta el 71% entre los padres hispanos de segunda generación, o sea, aquellos con al menos un padre inmigrante; y el 49% entre los progenitores de tercera o generación (o cuarta, quinta, etc.).
El uso del español también desciende en las familias donde uno de los cónyuges no es latino. De hecho, únicamente el 55 % de los padres hispanos que tienen un cónyuge o compañero no hispano hablan español con sus hijos. Además de hablarles en lengua española, el 70% los progenitores hispanos estimulan a sus hijos para que lo usen de manera regular.
Por otro lado, nueve de cada diez de los encuestados aseguraron que se conversaba en español en su hogar durante su niñez, aunque el 20% de ellos indicó que sus padres los desanimaron de cara a practicar el idioma.
Los resultados de la encuesta también muestran que el dominio del español aminora entre los hispanos de segunda y tercera generación: sólo el 6 y 1 % de los hispanos de segunda y tercera generación, respectivamente, controla el español. Entretanto, únicamente el 7 % de los hispanos llegados al país domina el inglés.
Alrededor de 40 millones de personas en EEUU hablan español en su hogar, lo que lo convierte en el segundo idioma más hablado del país. Sin embargo, según datos de la Oficina del Censo, el crecimiento en el número de hispanos que hablan español se ha desacelerado, con lo que la proporción de hispanos que hablan español en el hogar ha disminuido, mientras que la proporción que sólo habla inglés en el hogar ha aumentado, sobre todo entre los jóvenes.