3 pasos para terminar con el dolor de espalda

Lo que necesitas tratar, y cuándo, para sentir el alivio que requieres

Antes de someterte a una cirugía, prueba con tratamientos alternos y medicamentos.

Antes de someterte a una cirugía, prueba con tratamientos alternos y medicamentos. Crédito: Shutterstock

El dolor en la espalda baja, ya sea agudo o crónico, afecta a casi la mitad de las personas sanas y activas mayores de 60 años, según un estudio publicado en la revista Journal of the American Geriatrics Society del mes de febrero.

“El dolor en la parte baja de la espalda es uno de los problemas de dolor más comunes entre los adultos mayores y uno de los más frustrantes porque no hay soluciones fáciles”, dice Roger Chou, M.D., profesor de medicina en Oregon Health & Science University en Portland.

Los tratamientos tradicionales como los analgésicos opioides, las inyecciones de esteroides y la cirugía no son necesariamente muy eficaces y pueden presentar desventajas significativas.

Sin embargo, existen pruebas fehacientes que respaldan ciertas opciones que no involucran el uso de medicamentos o la cirugía. Es por ello que las Directrices del  Colegio estadounidense de médicos de 2017 (American College of Physicians, ACP) las recomiendan, y sugieren el uso de medicamentos o cirugía solo cuando otras terapias fallan.

Ese consejo cuenta con el respaldo de una encuesta nacional representativa de Consumer Reports de 3,562 pacientes que padecen de dolor de espalda.

Más del 80% que probó yoga o tai chi, terapia de masaje o quiropráctica dijeron que estas alternativas fueron útiles, al igual que más del 60% de los encuestados que probaron acupuntura o terapia física.

Sin embargo, los expertos concuerdan en que un plan personalizado es lo mejor. “Todos responden al dolor de manera diferente”, dice Jack Ende, M.D., presidente anterior inmediato de la ACP.  “Y lo que funciona para una persona podría no hacerle nada a otra”.

Entonces, ¿qué pasos debes seguir cuando la espalda te comienza a doler, y en qué orden? A continuación, te presentamos lo que la investigación y nuestros expertos recomiendan.

Cuando el dolor de espalda empieza

El dolor de espalda se considera agudo cuando un nuevo episodio dura menos de 4 semanas. Si empiezas a sentir dolor en la espalda, los expertos sugieren comenzar con lo siguiente:

Calor o hielo. Por ejemplo, puedes darte una ducha tibia, usar una botella de agua caliente o una almohadilla térmica para reducir el dolor. El hielo también puede caerte bien.

Actividad suave. Lo mejor es reanudar tu actividad normal. (Si no es posible, camina unos minutos cada pocas horas, dice el Dr. Ende). Si puedes, intenta hacer estiramientos suaves. Una revisión de 2017 realizada por la organización Cochrane Collaboration encontró que las personas con dolor de espalda a las que se les recomendó que tuvieran cierta actividad reportaron tener menos molestias y se recuperaron más rápido que las personas a las que se les recomendó permanecer en cama.

Tomar analgésicos de venta libre, si es necesario. Si bien la ACP enfatiza opciones que no involucren medicamentos, Ende dice que el ibuprofeno de venta libre (Advil o genérico) o el naproxeno (Aleve y genérico) pueden usarse durante una semana o dos.

Si sigues teniendo dolor después de una semana o dos

Si todavía tienes mucho dolor en este punto, tu médico puede proporcionarte un programa de ejercicios en casa o referirte a terapia física para que tengas supervisión al hacer tus ejercicios. (Algunas sesiones suelen tener cobertura del seguro).

La terapia física [PT] puede incluir masajes o terapia con láser de baja intensidad, pero el componente de ejercicio es la clave. Según un estudio publicado en 2015 en la revista BMC Health Services Research, las personas que reciben PT en los 90 días siguientes al inicio del dolor necesitan realizarse menos pruebas de diagnóstico por imágenes y tratamientos cuestionables.

Después de un mes o dos, puedes sentirte lo suficientemente bien como para volver a tu programa normal de ejercicios, o iniciar uno.

Y eso es importante: Las personas que han tenido dolor en la espalda baja, pero permanecen activas tienen aproximadamente un tercio menos de probabilidades de tener una recurrencia del dolor, según una revisión publicada en 2017 en la revista American Journal of Epidemiology.

Cuando el dolor persiste durante meses

Para el dolor que continúa incluso después de un par de meses de ejercicio en casa o de terapia física, la ACP recomienda considerar lo siguiente (algunos de estos pueden estar cubiertos por el seguro):

Yoga y tai chi. Fortalecen los músculos del torso, con lo que se alivia la presión en la espalda, dice Benjamin Kligler, M.D., director nacional del Centro de Coordinación de Salud Integral para la Administración de Salud de Veteranos.

Una revisión de estudios de Cochrane de 2017 concluyó que el yoga mejora la función de la espalda. Y la investigación que se utilizó como base para los lineamientos del ACP encontró que el tai chi era útil para tratar el dolor de espalda crónico. Puede también ayudar con el dolor a corto plazo, pero puede tomar algunas semanas para notar los resultados, dice Kligler.

Es posible que tu médico te refiera a una clase local de yoga (opta por una forma suave) o de tai chi. Las YMCA y los gimnasios también pueden ofrecerlos.

O encuentra una lista de instructores certificados en  American Tai Chi and Qigong AssociationYoga Alliance o International Association of Yoga Therapists.

Terapia cognitiva conductual [CBT] o el método de atención plena [mindfulness] para reducir el estrés. Si el dolor de espalda te hace sentir deprimido o ansioso puede ayudarte la CBT, que se enfoca en eludir los patrones de pensamiento negativos. El método de atención plena para reducir el estrés [MBSR] aumenta la conciencia y la aceptación del dolor con prácticas como el yoga y la meditación.

Los adultos con dolor crónico de espalda, que practicaron 2 horas a la semana cualquiera de estas 2 técnicas durante 8 semanas, informaron un alivio significativo, según un estudio publicado en 2016 en la revista Journal of the American Medical Association. Pídele a tu médico referencias para terapeutas conductuales cognitivos, o visita el sitio web de Association for Behavioral and Cognitive Therapies.

Manipulación vertebral.  Una terapia que utilizan los quiroprácticos, osteópatas, fisioterapeutas y algunos masajistas que implica mover las articulaciones de la columna vertebral. Una revisión publicada el año pasado en la revista JAMA encontró que la manipulación vertebral mejora significativamente el dolor y la función para aquellos con dolor agudo de la espalda baja. Una revisión de Cochrane concluyó que funciona tan bien como el ejercicio, la terapia física o la atención médica estándar para el dolor de espalda crónico.

Consulta el sitio web de tu aseguradora para encontrar quiroprácticos con licencia y médicos de medicina osteopática (D.O.), luego solicita una referencia a tu médico de atención primaria. (Nuestra encuesta encontró que es más probable que la manipulación vertebral cuente con cobertura por el seguro que la mayoría de los tratamientos sin medicamentos, al menos en parte). Roger Chou de Oregon Health & Science University aconseja intentarlo durante 3 o 4 semanas, pero recurrir a otra opción si no te ayuda.

Acupuntura. En este tratamiento, insertan agujas muy finas en puntos específicos del cuerpo. “Por lo general, recomiendo a las personas con dolor de espalda crónico que reciban algo de fisioterapia, porque usualmente lo cubre el seguro, y si eso no parece ayudar, les recomiendo que prueben la acupuntura durante 6 a 8 sesiones”, dice Joseph Herrera, D.O., presidente del sistema de medicina de rehabilitación en Mount Sinai Health System en New York.

Una amplia revisión de estudios encontró que la acupuntura superó el tratamiento simulado y no tener tratamiento alguno para todo tipo de dolor crónico, incluido el dolor de espalda. Pero, podría costarte $100 dólares o más por sesión. Asegúrate de que cualquier acupunturista que veas esté autorizado por el estado. Encuentra listados de estos profesionales en el sitio web National Certification Commission for Acupuncture and Oriental Medicine.

Ahora hablemos de los medicamentos y la cirugía

Si nada de lo anterior te ayuda o si el dolor es muy fuerte, mientras inicias un tratamiento como terapia física, es razonable que durante una semana o dos tomes medicamentos, dice Chou. La ACP recomienda los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos [nonsteroidal anti-inflammatory drugs, NSAID] de venta libre, como el ibuprofeno y el naproxeno.

Si no puedes tomar un NSAID o necesitas un alivio más fuerte, considera el analgésico de venta con receta tramadol (Ultram y genérico) o el antidepresivo duloxetina (Cymbalta y genérico). Ambos tienen solo un pequeño efecto para el dolor de espalda, por lo que también necesitarás métodos que no involucren medicamentos.

La gabapentina, un medicamento para el dolor neurálgico (Neurontin, Gralise, Horizant y genérico) a menudo se receta para el dolor muscular, pero la investigación sugiere que no es muy efectivo y causa efectos secundarios como mareos.

Y grupos como la ACP y la Academia Estadounidense de Médicos de Familia [AAFP] recomiendan que no se usen analgésicos opiáceos como la oxicodona (Oxycontin y genéricos).

“Estos medicamentos causan muchos problemas en las personas mayores, porque aumentan el riesgo de caídas, así como otras preocupaciones como la adicción y la sobredosis“, dice Chou.

¿Debería ser la cirugía una opción? Únicamente para el dolor persistente, entumecimiento y hormigueo que se propaga por una pierna desde un disco herniado, debilidad severa o progresiva en un pie o pierna o estenosis espinal que no ha respondido a terapias como la fisioterapia, dice Ende. Incluso en ese caso, puedes no someterte a cirugía si estás viendo mejoras.

Pruebas de diagnóstico por imágenes: Cuándo considerarlas y cuándo No

Es posible que te veas tentado a acudir a tu médico y solicitar una radiografía o una resonancia magnética [MRI] para el dolor de espalda. Pero esto casi nunca ayuda.

“Uno de los errores generalizados sobre estas pruebas de diagnóstico es que podemos identificar fácilmente la causa del dolor”, dice Richard Deyo, M.D., M.P.H., profesor de medicina basada en la evidencia de Oregon Health & Science University. “La realidad es que a los adultos mayores generalmente les aparece algo en una radiografía o una resonancia magnética, como discos gastados o con protuberancia. Sin embargo, no suelen ser la causa del problema”.

Considera que te hagan estas pruebas si has tenido dolor por 6 semanas y no sientes mejoría, dice Deyo. En ese caso, un nervio oprimido podría estar contribuyendo al problema.

También deberías ponerte en contacto con tu médico inmediatamente para una prueba de diagnóstico por imágenes si tienes dolor de espalda junto con pérdida de peso inexplicablefiebre superior a 102 °F, pérdida del control intestinal o de la vejiga, pérdida de fuerza o entumecimiento en una o ambas piernas, o historial de cáncer. Estos pueden ser signos de daño a los nervios, de infección o un tumor.


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