9 consejos para quienes sufrimos del colon irritable
Tener un color irritable nos exige ser más cuidadosos con lo que comemos y cuándo lo que comemos
El colon irritable es una afección que incide sensiblemente en nuestro modo de alimentarnos. Tener una vida más fácil con un colon irritable es posible, y nuestra forma de ayudarte es mediante los siguientes 9 consejos.
1. Incrementar el consumo de fibra soluble
La mucosa que recubre el intestino es fortalecida mediante la ingesta de fibra soluble. Ella contribuye también a la eliminación de los componentes que pueden hacer mal, así como también regulariza las heces fecales.
2. Beber infusiones naturales
La infusiones aportan buenas propiedades espasmódicas. Generan una sensación de alivio que contrarresta las molestias de los espasmos intestinales del colon irritable.
3. Medir las porciones
Cuando comemos hasta sentirnos plenamente llenos, el sistema digestivo se ve forzado a trabajar más. Esto significa más esfuerzo para el colon, haciéndolo sentir más cansado.
4. Evitar las situaciones de nerviosismo
Lo que sentimos emocionalmente influye en nuestro organismo. Las situaciones que nos hagan sentir nerviosos desestabilizarán el equilibrio del colón, por lo que debemos evitarlas en la medida de lo posible.
5. No dormir después de comer
Al dormir inmediatamente después de comer, lo que haremos será retrasar la digestión de los alimentos, y el colon trabajará de más.
6. 30 minutos de ejercicio suave
Caminar o nadar en un modo no competitivo pueden ayudar a que el colón se estabilice o al menos a que no se irrite. El ejercicio físico suave no debe ser muy exigente.
7. Evacuar con regularidad
Regularizar el ritmo del colon amerita que evacuemos en horas similares a lo largo de los días para así no someter el colon a cambios que puedan perturbarlo.
8. Horario fijo de comidas
Acompañando lo anterior, es importante establecer un horario más o menos concreto de las horas en las cuales desayunar, almorzar y cenar.
9. No hacer comidas copiosas
Finalmente, si quieres comer en abundancia y de manera nutritiva, te recomendamos servirte porciones pequeñas de alimentos pesados y cantidades sustanciosas de vegetales y alimentos ligeros.
Lo ideal serían 3 comidas fuertes (desayuno, almuerzo, cena) y dos intermedios blandos que aporten pocas calorías, pero mucha energía.