El asesinato de una inmigrante indocumentada que ha quedado impune y en el olvido

La inmigrante salvadoreña Iris Griselda Galán Rivera fue encontrada muerta a principios de año en Griffith Park, en Los Ángeles, pero la investigación del LAPD ha quedado estancada

Iris Griselda Galán Rivera, inmigrante asesinada en enero de 2019.

Iris Griselda Galán Rivera, inmigrante asesinada en enero de 2019. Crédito: Cortesía familia Galán Rivera

LOS ÁNGELES – Lo que un excursionista encontró la mañana del 29 de enero a la orilla de un camino que conduce al Observatorio Griffith Park de Los Ángeles fue escalofriante, porque el bulto que le llamó la atención, que estaba envuelto con una cobija y oculto entre los matorrales, resultó ser el cadáver de una mujer.

El estado de descomposición del cuerpo indicaba que tenía al menos una semana de haber muerto mientras que la presencia de moretones en el cuello evidenciaban el violento desenlace que tuvo la vida de esa mujer. Había sido estrangulada.

El médico forense confirmó la muerte por asfixia debido a la presión que ejercieron en el cuello de la víctima, quien fue identificada como Iris Griselda Galán Rivera, una inmigrante de El Salvador, de 37 años de edad, que era indocumentada, que solía trabajar como ‘fichera’ en un club nocturno y que tenía 10 días desaparecida.

Los detectives de la Policía de Los Ángeles (LAPD) clasificaron la muerte como homicidio, pero al cumplirse 10 meses del asesinato la investigación ha permanecido estancada y no se han dado a conocer resultados en cuanto a la identificación de sospechosos o al arresto de quien cometió el crimen, por lo que familiares de Iris Griselda temen que el caso vaya a ser destinado al olvido.

Lo que también inquieta a los familiares es que la condición migratoria de Iris Griselda y el trabajo que tenía como acompañante de clientes de bar sean factores que menosprecien su vida y que tengan que ver con la falta de resultados.

La desaparición

A la 1:59 de la mañana del 19 de enero, Iris Griselda Galán Rivera salió de trabajar, se subió a su automóvil y no se supo de ella hasta varios días después, cuando la encontraron muerta.

Ese último momento en el que se le vio con vida fue captado por las cámaras de seguridad del club nocturno El Chaflán Jr., donde trabajaba, también es conocido como El Tiburón Night Club, ubicado en la avenida Florence, casi esquina con Normandie, en Sur Los Ángeles.

Al no presentarse a trabajar durante dos días consecutivos, algunas compañeras de trabajo fueron a buscarla a una casa de East Hollywwod donde vivía con su novio, quien les dijo que Iris Griselda se había ido con otro hombre.

Las mismas compañeras de trabajo presentaron un reporte de desaparición ante el LAPD y fue entonces que los detectives revisaron el video en el que se le ve subir a su vehículo, un sedán negro que estuvo estacionado frente a su domicilio durante una semana después de la desaparición, hasta que el novio lo vendió.

Cuando la mañana del 29 de enero aquel excursionista de Griffith Park tuvo el susto de su vida al encontrar el cadáver, los policías detectaron que los rasgos de la mujer envuelta en la cobija coincidían con los de una reportada como desaparecida en días pasados.

Al confirmar que se trataba de Iris Griselda, los detectives intentaron hablar con el novio, un salvadoreño identificado como Alfredo Patricio Mejía Mejía, pero no pudieron localizarlo.

Al día siguiente del macabro hallazgo en Griffith Park, después de vender su automóvil y el de Iris Griselda, el novio tomó un vuelo de Avianca rumbo a El Salvador.

Iris Griselda Galán Rivera
Iris Griselda Galán Rivera y quien fuera su novio, Alfredo Patricio Mejía. / Foto: Cortesía familia Galán Rivera

Las sospechas

Las sospechas de la familia de Iris Griselda han recaído en el novio debido a sus acciones, porque además de no reportar la desaparición de Iris Griselda, sus dichos han sido inconsistentes sobre lo ocurrido la noche en que no se supo más de ella.

Morena Evelyn Hernández, hermana de Iris Griselda, dijo en entrevista telefónica desde El Salvador que el novio ha hecho llamadas amenazantes porque dice sentirse calumniado por las sospechas que tienen de él.

“A mi mamá le dijo que tuviera cuidado con lo que decía, que no anduviera difamándolo, que él era capaz de cualquier cosa, fue amenazador”, dijo Hernández. “También nos dijo que mi hermana lo había engañado, que era una zorra, una basura”.

En el funeral de Iris Griselda sólo hubo tres personas: el administrador de la funeraria, el encargado de cremarla y un tío lejano que ni siquiera la conoció en vida.

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