Si tu hijo se dio un golpe en la cabeza ¿Cómo debemos actuar?
Se estima que alrededor del 50% de los golpes en la cabeza se producen en menores de 15 años
Los golpes en la cabeza son muy frecuentes en la infancia, pero para muchos padres son un signo de alarma, puesto que ellos siempre se interesan por el bienestar de sus niños. Si tu hijo se ha golpeado la cabeza, estas son algunas recomendaciones que debes seguir.
¿Qué hacer ante una contusión?
Debes estar muy atento de los signos que presente tu hijo. Si el golpe es muy fuerte y presenta sangrado, entonces es necesario acudir de inmediato a un centro asistencial para que lo curen. Este tipo de golpes en la mayoría de los casos, requiere sutura.
Cuando son golpes leves, lo más recomendable es poner una compresa fría en la zona del golpe, para que disminuya la inflamación. Si el dolor es fuerte, puedes suministrar algún calmante recomendado por un médico para que alivie y disminuya la inflamación.
La mayoría de los golpes en la cabeza se deben a accidentes propios de la edad. Es normal que los niños se caigan cuando están aprendiendo a caminar, o se golpeen con objetos que están en su camino cuando crecen y empiezan a jugar corriendo.
Después de una contusión, debes prestar atención a los síntomas. Estos te indicarán si debes llevar a tu hijo a un centro médico para una revisión más profunda.
Síntomas
Si el niño presenta dolor de cabeza, mareo, inflamación, visión borrosa, náuseas, vómitos, o pérdida de la conciencia, es necesario que lo lleves a un centro asistencial de inmediato, ya que son indicadores de un problema más grave.
Lo mismo debes hacer si presenta convulsiones o debilidad en las extremidades y no pueda sostenerse por sí mismo. En estos casos, hay que tomar todas las previsiones que se necesiten para evitar consecuencias mayores.
Administrar analgésicos, poner compresas frías , estar pendiente de los síntomas y acudir al médico son las acciones que debes emprender si tu hijo se ha dado un golpe fuerte en la cabeza.
Y como padre, según el tipo de síntomas, es tu deber conocer qué acciones realizar y cómo actuar. Manteniendo siempre la calma, y priorizando siempre la salud de tu hijo.