Migrantes: Cinco razones para no volver a casa ni buscar a la familia
En algunos casos es por voluntad propia, pero la mayoría es por caer en las garras del crimen organizado
Caravana de Madres Migrantes. Crédito: EFE
MÉXICO – Durante los 15 años que la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos ha recorrido este país, ha localizado a 310 personas con vida (principalmente centroamericanos) que estuvieron incomunicados hasta por 30 años a pesar de extrañar, de no olvidar y querer estar en contacto.
El Movimiento Migrante Mesoamericano (M3, que apoya la búsqueda) tiene claro que existen cinco razones primordiales por las cuales los inmigrantes se incomunicaron. “Es muy duro para ellos el haber estado alejados”, precisa Rubén Figueroa, quien ha sido una pieza clave en la búsqueda.
LA PRISIÓN
Karina no escucha la voz de sus hijas desde hace seis meses. María se enteró que su mamá está enferma pero no puede hablar directamente con ella desde hace dos años. Rosalba tiene cuatro años sin saber de sus hijos, su mamá o cualquier otra persona de su familia.
Las tres tienen en común que están en un sistema carcelario mexicano que no les garantiza lo mínimo básico para sobrevivir mucho menos para comunicarse. M3 tiene ubicadas a 157 mujeres extranjeras que están detenidas en México; 40 de ellas, centroamericanas.
TRATA DE PERSONAS
Las muchachas migrantes llegan en busca de trabajo y les ofrecen empleo como meseras o cocineras en bares y restaurantes para luego incomunicarlas, esclavizarlas y prostituirlas. “También visitamos los bares, esto lo hacemos principalmente en Tapachula”, detalló Ana Enamorado, una madre hondureña que busca a su hijo y es parte del equipo de M3.
LIMITACIONES EN LA COMUNICACIÓN
Muchos de los poblados de donde son originarios los inmigrantes no cuenta con la infraestructura para la comunicación y, si las familias cambian de domicilio o de lugar de residencia, pierden el contacto.
En el caso de Jaqueline Valladares, quien se reencontró con su hermana 15 años después de dejar Tegucigalpa, esta última se movía constantemente de trabajo y lo último que se supo es que trabajaba en el municipio de Villaflores con una señora que no supo decir hacia dónde se había movido.
ANALFABETISMO
“La pobreza es un factor en contra de los migrantes”, acota Figueroa. “Si no saben leer ni siquiera pueden buscar a los suyos en redes, una de las fuentes de información actual”. Por ejemplo: Leticia Martínez, quien en los últimos días se reencontró con su hija en México, pudo tener las primeras noticias de ella en Facebook mucho antes de lograr tener un teléfono para localizarla.
SECUESTROS
Aunque la desaparición de Dalinda Mayela y Salvador Isidro Segovia Alvarado ocurrió el 22 de marzo de 1988, mucho antes de que iniciaran los secuestros masivos de migrantes, lo cierto es que su rapto privó durante 31 años a su madre de su compañía hasta que la señora Esperanza Alvarado, pudo saber a través de la búsqueda de M3 que se encontraban en el municipio de Marín, Nuevo León.
