Política de Trump genera desbandada de jueces de inmigración

En el último año se duplicaron las bajas de jueces de inmigración al oponerse a políticas que rechazan a refugiados y promueven deportaciones

Durante el año fiscal del 2019, en medio de la crisis de refugiados en la frontera con México, 45 jueces han dejado sus cargos en el sistema de cortes de inmigración de Estados Unidos, lo que representa a casi  el 10% de los aproximadamente 465 que hay en todo el país.

Muchos renunciaron, otros fueron removidos o despedidos, y algunos murieron, pero la gran mayoría de los magistrados que abandonaron sus puestos es porque están hartos de las políticas implementadas por la administración del presidente Donald Trump, según un reporte de CNN.

La cifra de 45 jueces de inmigración que han dejado su chamba es prácticamente el doble en comparación con los años fiscales previos, ya que en el 2018 se registraron 24 bajas y en 2017 hubo 21, de acuerdo con datos del sindicato de magistrados citados por la cadena de noticias.

El sistema de cortes de inmigración está bajo el mando del Departamento de Justicia (DOJ), que al prinicipio de la administración Trump encabezó Jeff Sessions y quien luego pasó la batuta al actual fiscal general William Barr.

Las razones por las cuales los jueces de inmigración han dejado sus puestos varían, pero en las entrevistas que han dado los que se fueron en los últimos meses, hay una causa común: frustración por los cambios de política.

Tales cambios, impuestos por los fiscales Sessions y Barr, han desvanecido la autoridad de los mismos jueces, señalan los que se han visto obligados a renunciar o que fueron despedidos por oponerse a las nuevas reglas, las cuales están enfocadas a rechazar a los refugiados y deportar a más inmigrantes.

Actualmente el rezago en las cortes de inmigración supera el millón de casos pendientes, por lo que muchos de esos asuntos habrán de postergarse por algunos años más y dejan a muchos inmigrantes en el limbo.

Lisa Dornell, quien trabajó durante 24 años como jueza de inmigración en Baltimore, renunció en abril de 2019 debido al veneno que se ha venido emanando desde la Departamento de Justicia de Estados Unidos.

“Fue un honor. Fue un privilegio poder presidir tantos casos diferentes y poder brindar ayuda a las personas que la necesitaban”, declaró Cornell en entrevista a CNN. “El ambiente tóxico hizo que fuera más difícil y más fácil salir”.

Los jueces acusan al Departamento de Justicia de imponer cuotas de casos, otorgar más poder al director encargado de supervisar los tribunales, revocar los fallos y reducir la capacidad de los magistrados para ejercer discreción en algunos casos.

También acusan a los funcionarios de la Fiscalía General de realizar maniobras para descertificar al sindicato de jueces de inmigración.

“Siento que esta administración está haciendo todo lo que está en su poder para destruir completamente el sistema de cortes de inmigración, la junta de apelaciones de inmigración y el sistema de inmigración en general”, declaró Ilyce Shugall, quien se desempeñó como juez de inmigración en San Francisco desde 2017 hasta marzo de este año, cuando renunció. “Yo, simplemente, no podría ser parte de eso”.

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