Tarjeta Roja: el coronavirus podría ser la cura para la inflación del fútbol mundial
La recesión económica que vendrá luego de la pandemia podría estabilizar al fútbol mundial
El francés se dio el lujo de cortar la carne. Crédito: Getty Images
Lo único que recuerdo más rápido que la propagación del coronavirus alrededor del mundo es la inflación del fútbol mundial desde hace algunos años, particularmente, desde que al PSG se le ocurrió que era una buena idea para una cláusula de rescisión de casi 250 millones de dólares por Neymar y todo se salió de control.
Desde entonces, los fichajes se han convertido en una locura, clubes compitiendo entre sí por pagar cientos de millones por futbolistas de menos de 20 años, cláusulas increíbles que involucran a tanta gente como el futbolista deseé y en general, todo lo que tiene que ver con fichajes y dinero se ha ido a la estratósfera, de forma increíble.
Para ubicar lo absurdo de la situación actual: el futbolista con la cláusula de resición más alta del mundo entero es Karim Benzema , jugador francés del Real Madrid que ni siquiera es seleccionado de su país y su desempeño en los últimos años no está a la altura de los casi $1,100 millones dólares que los que habla su contrato.
Sí: mil cien millones de dólares por Karim Benzemá, casi lo mismo que costó el nuevo y flamante Estadio del Tottenham. Nada tiene sentido.
Una de las (ojalá no pocas) buenas noticias que podría traer la inevitable resaca económica que vendrá después de la crisis sanitaria causada por el COVID-19 podría ser la de ’humanizar’ de nuevo los precios de los jugadores de fútbol, los equipos estarán afectados económicamente y no se plantearán pagar estas cifras después de una crisis como esta.
“Cuanto más larga sea la pausa, más probable será que los precios de los traspasos bajen porque es un renglón en el que los clubes pueden ahorrar de inmediato”, dijo Gregor Reiter en representación de los agentes de jugadores en la Bundesliga y sí, podría ser sin duda la llave para bajar la inflación en todas las ligas.
Otra cosa es que los gigantes económicos del fútbol europeo -y que serán los menos afectados luego de esta crisis- pongan la disposición suficiente para estabilizar de una vez por todas una industria que está dejando fuera del juego cada vez a más participantes que se quedan sin recursos para seguir compitiendo.
