El importante papel de la microbiota en la prevención de coronavirus
Fortalecer el sistema inmune es considerada una de las herramientas más poderosas para disminuir el riesgo de contagio por coronavirus; una microbiota intestinal sana es clave
Entre las recomendaciones de salud más importantes en las medidas de prevención para disminuir y reducir el riesgo de contagios víricos por coronavirus, procurar un sistema inmunológico fuerte resulta clave y una de las acciones más eficaces. Con base en esto diversos especialistas en medicina y nutrición han enfatizado en la importancia de mantener buenos hábitos alimenticios, una dieta equilibrada y rica en nutrientes nos mantendrá fuertes y nos ayudará a prevenir el riesgo de infección.
Dentro de las más grandes recomendaciones se encuentra procurar el consumo de alimentos que estimulen de manera positiva al sistema inmune, enfatizando aquellos que contengan un buen aporte en vitaminas A,C, D, E y las del grupo B; también es importante el consumo de productos que se destaquen por su riqueza en minerales y aquellos con un buen contenido en ácidos grasos Omega 3.
Más allá de las recomendaciones nutricionales, en las últimas semanas uno de los temas que ha adquirido gran relevancia es la directa relación que existe entre Covid-19 y el tracto gastrointestinal. Según un estudio liberado por el Journal of Digestive Diseases, se han encontrado indicios en los que se comprueba que en las fases iniciales de la infección existen algunos síntomas gastrointestinales. Los autores de dicho trabajo de investigación señalan que la relación del virus con el intestino va mas allá, ya que para realizar la entrada en las células el virus se uno al ACE2, una enzima presente en el tracto respiratorio pero también en el intestinal, en el cuál se modula la microbiota y el funcionamiento inmune. Uno de los aspectos que más llama la atención es que normalmente las personas que sufren de enfermedades respiratorias, tienen algún tipo de alteración intestinal secundaria.
Sobre el papel de la microbiota en el sistema inmune:
El término microbiota se designa a un conjunto de microorganismos que residen en un entorno ya existente, los seres humanos tenemos diversos grupos de bacterias en diferentes partes del cuerpo; la microbiota intestinal es el nombre que recibe la población de microbios que habitan en nuestros intestinos. La microbiota intestinal es impresionante ya que puede llegar a pesar hasta 2 kg, contiene 100 billones de microorganismos, incluyendo como mínimo 1.000 especies diferentes de bacterias que comprenden más de 3 millones de genes, 150 veces más que en el genoma humano. Dos tercios de la microbiota son específicos de cada persona, es única en cada individuo y por ello es tan importante en el sistema inmunológico.
Diversos estudios comprueban la eficacia de la modulación de la microbiota para reducir la enteritis y la neumonía asociada a la ventilación mecánica, además resulta efectivo para revertir algunos efectos secundarios derivados de la ingesta de antibióticos. Es por ello que una herramienta indispensable en conjunto con la alimentación es la ingesta de probióticos, los cuales son vitales para mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, prevenir las infecciones bacterianas secundarias y optimizar el funcionamiento del sistema inmunológico.
Oro para la salud: Probióticos y prebióticos
Los probióticos y los prebióticos forman parte de los aspectos más estudiados y valorados cuando hablamos de la microbiota intestinal; ambos brindan bondades sumamente benéficas en la microbiota, que se relaciona de manera directa con diversas funciones del cuerpo como es el caso de la digestión.
El concepto prebiótico que también puede llamarse fibra soluble, fue introducido por Gibson y Roberfroid en el año de 1995 y los define como ingredientes no digeribles de los alimentos que promueven selectivamente el crecimiento y la actividad de un número limitado de especies bacterianas autóctonas beneficiosas para la salud. Estos pueden obtenerse de forma natural en algunos alimentos o agregarse en los mismos, se encuentran principalmente en vegetales y frutas, como es el caso del ajo, la cebolla, el puerro, los espárragos, las alcachofas, los tomates, los plátanos, las ciruelas o las manzanas; en cereales como el salvado y en frutos secos como las almendras.
Por su parte los probióticos son definidos por la Organización Mundial de Salud como microorganismos vivos que promueven beneficios en la salud humana, en gran parte por que tienen la peculiaridad de sobrevivir parcialmente al proceso de digestión completo. Entre sus más grandes bondades se destacan por su capacidad de regular la flora intestinal, sobretodo cuando se ha visto afectada por una mala alimentación, infecciones o derivado de algunos tratamientos médicos y antibióticos.
En muchos casos los probióticos proceden de bacterias utilizadas tradicionalmente en la fermentación de alimentos, como es el caso de leches fermentadas y yogures, la kombucha, el kimchi, el kéfir, el chucrut, entre otros o bien a través del consumo de suplementos. Cuando hablamos del sistema inmunitario las cepas que han demostrado tener efectos de fortalecimiento son algunas de L. casei, L. plantatum y L. fermentum, las cuales se relacionan con su capacidad para evitar la transmisión de enfermedades causadas por virus y bacterias.