¿Podemos incluir helado en la dieta para adelgazar?
Para muchos es el postre ideal, pero incluirlo en la dieta depende de varios factores
En muchas dietas, consumir helado está totalmente descartado. Sin embargo, es posible consumirlos dependiendo el tipo de dietas y la cantidad calórica que estos contengan.
Además, hay un tipo de helado que podría cumplir con los parámetros de cualquier dieta, tal como lo señala Eva Castro Díaz, coordinadora del grupo de Comunicación del Colegio Profesional de Dietistas Nutricionistas de Castilla y León, para el portal Cuídate plus.
Helados ligeros
Existen helados con bajo contenido en grasa, también están los que son elaborados con edulcorantes. Estos tipos de helados aportan menos cantidad de calorías que aquellos hechos con nata, azúcar, leche o cremas.
En estos casos, el azúcar suele sustituirse por sorbitol, un edulcorante. Sin embargo, esto no quiere decir que no contenga otros nutrientes que aporten energía y calorías. Por eso hay que saber escoger.
¿Cuántas calorías aporta un helado?
Todo depende del tipo de helado que se consuma. Hay unos que tienen más carga calórica que otros, por lo que tienen mayor valor energético. También dependerá de la cantidad o las porciones que se consuma.
Los helados cremosos, hechos con nata o leche entera o desnatada, o los helados hechos con grasa vegetal o animal, contienen un 50 o 60% de agua. Estos helados aportan entre 200 a 250 calorías por porción.
Los helados a base de agua, como los granizados, contienen entre el 85 y 90% de agua, y son los que menos carga calórica contienen. Por último, están los llamados especiales, pues son hechos con edulcorantes bajos en grasa o con pocas cargas calóricas.
Cuánto es suficiente
Es posible comer helados mientras estás haciendo dieta. Lo importante es tener en cuenta la cantidad o porción. No está mal comer una porción de vez en cuando, lo importante es no hacerlo en exceso.
También es preferible elegir aquellos con menos carga calórica. Además, hay que tener en cuenta la hora de consumo. Es preferible tomarlo como postre después del almuerzo o incluso en la mañana, que comerlo en la noche.