Lo acusan de acaparar miles de mascarillas y venderlas hasta en $25 dólares cada una
Apodado "El hombre de las mascarillas" por sus ventas clandestinas que lo hacían sentir como un narcotraficante
Un hombre de Nueva York es acusado de acaparar miles de mascarillas para lucrar durante la pandemia y de inflar el precio del producto al venderlas hasta en $25 dólares cada una.
La Fiscalía Federal en Manhattan presentó el martes 26 de mayo cargos criminales en contra de Richard Schirripa, de 66 años de edad, un empresario farmacéutico que se ganó el mote de “El hombre de las mascarillas” (The Mask Man) por acumular gran cantidad de tapabocas para hacer negocio en medio de la emergencia por el coronavirus.
Un agente de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), unidad perteneciente a la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE), se hizo pasar como cliente de Schirripa para recabar evidencia que lo incriminara.
Durante la transacción comercial que el agente encubierto planeó, Schirripa habría reconocido que estaba violando la Ley de Producción de Defensa (DPA) que fue invocada el 25 de marzo de este año y que establece como delito el acaparamiento o aumento de precios de productos específicos durante la pandemia, incluyendo las mascarillas.
La acusación en su contra señala que a principios del año gastó alrededor de $200,000 dólares en la compra de mascarillas N95 de la empresa 3M, las cuales revendió en su gran mayoría durante las dos primeras semanas de la pandemia al realizar transacciones de hasta $50,000 dólares.
Schirripa llegó a cobrar hasta $25 dólares por una mascarilla que, de acuerdo con el fabricante, debería haber costado al cliente $1 dólar con 27 centavos, refiere el documento judicial presentado ante la corte.
Las ventas al mayoreo fueron hechas principalmente a funerarias y hospitales ubicadas en ochos estados, indicó la fiscalía, operaciones que le habrían generado ganancias de más del 50% de lo que invirtió.
De las cientos de miles de mascarillas que almacenaba, sólo le quedaron 6,660 que fueron decomisadas por las autoridades al catear su domicilio y negocio.
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Como si fuera narco
En una conversación telefónica que tuvo con el agente encubierto que creía era un cliente, la cual fue grabada, Schirripa defendió el elevado costo que le había puesto a las mascarillas al decir: “Estamos en un momento de emergencia y escasez, pero cuando tienes algo que nadie más tiene, no es un precio alto”.
La acusación judicial refiere un mensaje de texto en el que Schirripa reveló sus intenciones de lucro al escribir “la vi venir”, en referencia a la oportunidad de negocio, y “lo bueno es que nadie las tiene”, respecto a las mascarillas.
Durante el encuentro que tuvo con el agente encubierto para vender las mascarillas que llevaba en su auto, Schirripa habría confesado: “Me siento como un narcotraficante parado aquí”.
En el transcurso de la investigación, los agentes federales también descubrieron que Schirripa habría estado comercializando con medicamentos controlados como fentanilo, oxicodona y oximorfona que había dado de baja del inventario de su farmacia.
También lo acusan de haber facturado a Medicare y Medicaid recetas de sustancias controladas que habría falsificado utilizando información de sus clientes.
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