El Congreso tiene la responsabilidad de actuar y ayudar a los inmigrantes durante esta pandemia

Charles Schumer admite que el proyecto de reforma migratoria es de lo más complicado que ha trabajado a nivel legislativo, en 30 años.

Charles Schumer admite que el proyecto de reforma migratoria es de lo más complicado que ha trabajado a nivel legislativo, en 30 años. Crédito: EDLP / Mariela Lombard

Mis constituyentes Denisse Rojas e Hina Naveed son profesionales de medicina. Ellas trabajan como voluntarias en las áreas más afectadas del país en la ciudad de Nueva York, luchando en la primera línea de la batalla contra el COVID-19. También tienen otra cosa más en común: son receptores de DACA, viviendo con temor a la deportación y bajo el ataque constante de la administración de Trump.

Al igual que Denisse e Hina, 1.8 millones de otros inmigrantes en Nueva York trabajan en negocios esenciales y aproximadamente un tercio de los trabajadores de la salud del estado son inmigrantes, lo que esto significa es que si usted fue atendido en Nueva York durante el brote reciente, las personas que ayudaron a salvar su vida más probables fueron inmigrantes. Desafortunadamente, al otro lado de esta moneda, los inmigrantes se han visto desproporcionadamente afectados tanto por el virus como por la crisis económica resultante.

Los Estados Unidos ha perdido tristemente más de 120,000 vidas por COVID-19, y más de 40 millones de estadounidenses han solicitado ayuda económica por el desempleo. Una mirada más profunda a estas cifras sombrías nos muestra que la pandemia ha tenido un costo económico y relacionado con la salud desigual en las comunidades de color e inmigrantes.

Decenas de millones de familias latinas luchan por poner comida en sus mesas, pagar el alquiler y mantener a sus hijos. Muchas de estas familias luchadoras trabajan en gran medida en industrias de servicios o trabajos esenciales de primera línea sin una opción para trabajar desde la comodidad de sus hogares, lo que los expone a mayores riesgos de contraer el virus.

Pero estos no son solo números; son un grito abierto de ayuda y requieren acción. No solo condolencias. No solo fútbol partidista. Acción real. El 46% de los latinos dicen que han tenido problemas para pagar sus facturas, incluidos los gastos médicos. Aún más alarmante, el 39% informan omitir comidas o comenzar a depender de los programas de alimentos del gobierno desde febrero del 2020.

Diariamente, he escuchado de los neoyorquinos con dificultades que si bien los pagos de estímulo del Congreso han ayudado, no ha sido suficiente. Especialmente para familias de estatus mixto, ciudadanos estadounidenses casados o hijos de inmigrantes indocumentados, que no fueron elegibles para recibir los pagos de impacto económico asignados por el Congreso debido a la administración de Trump. Esto significa que los niños ciudadanos estadounidenses que viven en un hogar con un padre indocumentado no reciben dinero que bien podría significar su próxima comida u otras necesidades esenciales. Es injusto e indignante.

El Presidente Trump ha usado esta pandemia para atacar inmigrantes, usarlos como chivos expiatorios para su respuesta inepta a esta crisis de salud pública, y al hacerlo ha ignorado sin vergüenza las leyes de inmigración de nuestro país. No podemos y no dejaremos que sus acciones pasen desapercibidas. A pesar de la falta de empatía de la administración de Trump, la buena noticia es que hay medidas legislativas que podemos tomar para ayudar a las familias a superar esta dificultad financiera. El Congreso tiene la responsabilidad de actuar.

Los demócratas del Senado apoyan completamente el Proyecto de Ley HÉROES, que la Cámara de Representantes aprobó recientemente. Apoyamos especialmente las siguientes provisiones para proteger y asistir a las comunidades inmigrantes y latinas, así como los recipientes de TPS:

Primero, continuaremos la lucha por fondos para pagar por pruebas de laboratorio del coronavirus para todo el público, sin importar su estado migratorio o de seguro de salud. Esto beneficia a todos los estadounidenses.

Otra provisión igualmente importante, y francamente lo mínimo que debemos hacer, es darle seguridad a las familias en los Estados Unidos que no serán separados de sus seres queridos. Es por eso que exentar a los trabajadores esenciales de la deportación durante estos tiempos críticos es humano y lo correcto de hacer. Sería una tragedia estadounidense el deportar a los recipientes de DACA que han estado salvando vidas en medio de esta pandemia.

Aunque celebramos la decisión de la Corte Suprema contra la anulación de DACA por parte de la administración Trump, no podemos ser complacientes. Esta lucha aún no acaba, siendo que la administración continúa amenazando la existencia del programa. Es hora de extender las autorizaciones laborales para más de 200,000 trabajadores esenciales con DACA – incluyendo 41,700 trabajadores de salud – quienes, como Denise e Hina, han estado en las trincheras de la batalla contra el COVID-19. A pesar de sus contribuciones a la fuerza laboral estadounidense, la administración de Trump está empeñada en terminar arbitrariamente estos programas bajo el pretexto de proteger al pueblo estadounidenses, cuando en realidad esto sería robar a los Estados Unidos la oportunidad de que sus trabajadores más esenciales sean ciudadanos.

No podemos arriesgarnos a que un niño o persona en los Estados Unidos pase hambre debido a una provisión innecesaria y despiadada del gobierno. Eso es lo que está en riesgo para más de 16.7 millones de personas que viven en hogares con estatus migratorios mixtos en todo el país. Los demócratas del Senado van a luchar intensamente para que las familias con estatus migratorio que pagan impuestos tengan acceso a los cheques de apoyo del gobierno que necesitan.

El Proyecto de Ley HÉROES es una legislación sólida, audaz e inteligente, la cual ayudaría a la comunidad inmigrante y latina al mismo tiempo que aborda las necesidades de todos los estadounidenses y combate la pandemia del coronavirus. Esto ayudará a Denisse e Hina en Nueva York y a más de 300,000 recipientes de TPS y DACA, además de granjeros, trabajadores en la industria hotelera y restaurantera, y profesionales de salud considerados esenciales.

Es desconcertante que durante una de las crisis más grandes que este país ha enfrentado, el Senador McConnell y los Republicanos del Senado “no sientan la urgencia” de actuar de inmediato. ¿Cuantos más trabajos perdidos, negocios clausurados y vidas perdidas serán suficiente para ellos? El liderazgo Republicano en el Congreso continúa pasando de alto a los inmigrantes y nosotros no lo olvidaremos.

Nuestro caucus Democrático reitera nuestro apoyo y gratitud a la comunidad latina e inmigrante, muchos de ellos han contribuido bastante en las trincheras de esta lucha contra el COVID. Nosotros estamos con ustedes y seguiremos proveyendo el apoyo necesario para que estemos saludables y estables económicamente ahora y en el futuro.

(Charles Schumer es el líder demócrata en el Senado)

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