La promesa del soldado de Fort Hood Elder Fernandes a su madre antes de desaparecer
Parientes dudan de versión de oficiales de la base militar sobre las circunstancias de su desaparición
La familia del soldado de Fort Hood desaparecido Elder Fernandes no quedó convencida con las explicaciones que recibieron por parte de oficiales de la base militar sobre el caso.
Tras reunirse con encargados del lugar el domingo, los parientes manifestaron que una de las mayores reservas en cuanto a la información oficial es que dudan que Fernandes haya desaparecido intencionalmente.
“Cuando ellos asumen que el abandonó por si mismo su puesto y cuando escribes cosas como ‘él necesita regresar para obtener el cuidado bajo el que estaba’, eso le hace creer al público que estamos buscando a un miembro del servicio que padece una enfermedad mental”, dijo a KCENTV Mariana Shorter, prima del militar.
Los familiares de Fernandes detallaron que el joven, de 23 años, fue admitido al Carl R. Darnell Memorial Hospital el 11 de agosto.
Su tía, Isabel Fernandes, dijo que lo llamaban cada día, pero que el muchacho no abundó sobre las razones por las que estaba internado.
Posteriormente, portavoces de la base militar en Killeen le indicaron a los parientes que el hispano supuestamente intentó suicidarse, pero no dijeron cuándo.
El 17 de agosto, el soldado fue dado de alta. Según la versión de las autoridades militares, fue trasladado a su vivienda por otro militar.
Ese dato es el que levanta más sospechas entre los parientes, ya que los voceros del recinto no han querido revelar la identidad de la persona que transportó al joven del hospital a su casa bajo el argumento de que no pueden dar acceso o información sobre miembros de la unidad.
La promesa a su madre
Fernandes desapareció el lunes, 17 de agosto. La última vez que su madre Ailina Fernandes habló con él fue el día anterior.
“La última vez que hablamos fue la tarde del domingo, él me dijo ‘madre, tan pronto salga del hospital y tenga mi teléfono celular, yo te llamaré. Voy a hacer una videollamada para que me veas”, prometió el joven según su madre. “Esas fueron sus últimas palabras para mí. Yo prometo que te voy a llamar el lunes y nunca pasó. Y eso no está bien”, argumentó la progenitora.
De acuerdo con los datos brindados desde Fort Hood, Fernandes fue llevado a su vivienda en Woodlands Drive, que era la última dirección residencial de la que se tenía conocimiento. Después descubrieron que el soldado se había mudado a otro lugar a finales de julio y encontraron su auto en el lugar.
A la familia no le hace sentido que dejaran al joven en un lugar donde ya no vivía y sin transportación.
“Los compañeros de casa dijeron que nunca estaba allí. Ellos dijeron que no lo vieron nunca ese lunes. El ya se había mudado de apartamento”, planteó la madre.
“No hay prueba de nada”
“No hay prueba de quién lo recogió. No hay prueba de a dónde fue. No hay prueba de dónde realmente fue dejado. No hay prueba de nada”, cuestionó Isabel por su parte.
Ante las alegaciones de la familia, Chris Brautigam, portavoz de la división a la que respondía el soldado en Fort Hood, no respondió a la pregunta sobre si a quien recogió a Fernandes en el hospital se le había asignado esa labor.
Agregó que los “comandantes generalmente tienen la autoridad de tomar acciones necesarias y apropiadas por el cuidado y el bienestar de los soldados bajo su cargo. Específicamente sobre tu pregunta, sí, la Política de Comando del Ejército dispone que la detención en salas cerradas sería requerida para asegurar supervisión médica apropiada o la protección de un soldado o de otros de actos dañinos. De todas formas, esas órdenes o directrices son dadas con la asesoría y guía de oficiales médicos y asesores legales”.
Fort Hood confirmó la semana pasada que el sargento reportó contacto sexual abusivo antes de desaparecer.
La división del soldado reveló que el Ejército mantiene abierta una investigación por contacto sexual abusivo que involucra a Fernandes.