Católicos de Pilsen presionan para mantener una querida estatua en la cerrada iglesia San Adalberto
La Arquidiócesis de Chicago planea trasladar la réplica de la estatua de La Piedad a la iglesia católica San Pablo en ese mismo vecindario
Unidos por la fe, un grupo de feligreses católicos del barrio de Pilsen rezan en polaco, español e inglés. El idioma es distinto, pero lo que piden es del mismo sentir: ellos quieren que no se traslade su amada escultura de La Piedad a otra parroquia vecina y que reabran la iglesia San Adalberto que fue cerrada desde hace tres años.
La réplica de la estatua de La Piedad de Miguel Ángel, que representa a la virgen María sentada sosteniendo en su regazo el cuerpo de su hijo Jesús, se trasladará de la iglesia San Adalberto a la iglesia San Pablo, también en Pilsen, según la Arquidiócesis de Chicago.
Y es que desde que la iglesia San Adalberto (1650 W. 17th St.) cerró sus puertas en 2019 debido a la disminución de la asistencia de feligreses y a la necesidad de millones de dólares para reparaciones de su estructura, algunos devotos católicos y simpatizantes han presionado para reabrir la parroquia y se congregado para orar en el callejón de atrás del templo.
Algunos manifestantes han acampado cerca a la iglesia durante más de un mes para evitar que se retire la réplica de la estatua de La Piedad de Miguel Ángel.
Los feligreses realizaron una protesta con éxito, después de que trabajadores en días recientes llegaron a perforar la pared trasera de la parroquia para sacar la escultura. Estos no concluyeron el trabajo, por lo que este grupo de feligreses decidió resguardar por turnos día y noche para evitar que trasladen la estatua a la otra parroquia.
El concejal del Distrito 25 Byron Sigcho López, que representa el vecindario de Pilsen, apoya a los feligreses en su lucha de mantener la estatua en su lugar y que se vuelva abrir la iglesia San Adalberto.
Sigcho López dijo que ha enviado una carta a la Oficina del Inspector General de la ciudad, pidiendo una investigación de la situación.
Una ordenanza patrocinada por Sigcho-López, que busca rezonificar el sitio, fue aprobada por el Comité de Xonificación en mayo pasado. Todavía la propuesta no ha sido aprobada por el pleno del Concilio Municipal de Chicago.
Sigcho-Lopez habló de la crisis humanitaria tras la llegada de migrantes de Texas a Chicago y cómo iglesias como San Adalberto, cerradas o vacías, pueden continuar la misión de la iglesia. “Estos son espacios comunitarios en donde la comunidad obviamente ve oportunidad para continuar la misión de la iglesia, que es el servicio al pobre, al más vulnerable, especialmente ahora que con el pasar del tiempo las necesidades han aumentado en estos momentos actuales que tenemos una crisis humanitaria”. Judy Vazquez integra el grupo del rosario en español y polaco de la antigua iglesia católica de San Adalberto. Ella y otros feligreses están pidiendo reunirse con el cardenal Blase Cupich para que escuche sus demandas.
Vazquez dijo en entrevista con La Raza que su lucha empezó cuando cerraron la iglesia y que alrededor de 40 personas, entre latinos y polacos, forman parte de su grupo del rosario. “Nosotros queremos que reabran la iglesia como antes, con servicios, actividades para los ancianos y jóvenes y la misa”.
“El cardenal Blase Cupich no nos está prestando atención, los padres, los curas tampoco”, menciona Vazquez. “Nosotros estamos aquí, no se presentan a hablar con nosotros, están diciendo que hablaron con la comunidad, con los peregrinos, pero no con nosotros, el grupo del rosario estamos juntos como 20 años, si ellos no quieren escuchar las voces de nosotros, ¿quién va escucharnos sino son los padres y el cardenal Cupich?”.
Marcelina Muñoz dice que para ella esa iglesia es especial porque allí sus hijos realizaron la primera comunión, los llevaba al catecismo y asistía a la misa por años. “Muchos años iba a esa iglesia, soy una persona muy católica, pero no me convencen con ir a otra iglesia”.
Muñoz enfatiza que otra de las demandas es que no trasladen la estatua a la iglesia San Pablo: “Queremos nuestra iglesia abierta y que no se lleven la imagen de la iglesia San Adalberto”.
La iglesia San Adalberto fue fundada en 1874 por inmigrantes polacos.
Cirila González, otra devota católica que concurría a las misas de San Adalberto, se pregunta “que si hay varias iglesias cerradas, ¿por qué especialmente se quieren llevar esa escultura y no las imágenes que hay en otras iglesias cerradas?”.
González es residente de Pilsen desde hace más de dos décadas y señala que la iglesia no tenía muchos miembros ya que mucha gente latina se ha ido del barrio por las rentas altas.
¿Qué dice la Arquidiócesis?
La Arquidiócesis de Chicago emitió una declaración dirigida a La Raza en la que, entre otras cosas, indicó que continúan los trabajos para trasladar la réplica de la estatua de La Piedad de Miguel Ángel de San Adalberto a la iglesia católica San Pablo, en 2127 W. 22nd Place en Pilsen.
“Los feligreses tendrán acceso antes al culto y disfrutarán mejor de la escultura en su nuevo hogar… Este valioso tesoro comunitario se puede salvaguardar y preservar mejor en una iglesia parroquial activa”, se lee en la misiva.
Según la declaración de la Arquidiócesis, la parroquia continúa siguiendo el proceso de permisos adecuado y está trabajando con la ciudad para obtener todos los permisos necesarios para mover la estatua de manera segura.
Y agregó que desde el 19 de abril ha habido una publicación en el sitio web de la parroquia en la que se informa a los feligreses sobre la remoción de la escultura.
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