La violencia en las calles está matando niños en Chicago

Melissa Ortega, de 8 años, fue una de las víctimas en La Villita. Vecinos y activistas del área quieren que políticos y líderes locales proporcionen más recursos a la comunidad

Un mural en recuerdo de la niña Melissa Ortega en el barrio de La Villita. (Cortesía Milton Coronado)

Un mural en recuerdo de la niña Melissa Ortega en el barrio de La Villita. (Cortesía Milton Coronado) Crédito: Cortesía

Un mural en el barrio de La Villita evoca la memoria de la niña Melissa Ortega, de 8 años, quien fue asesinada por una bala perdida, el 22 de enero de 2022, mientras caminaba con su madre en ese vecindario del suroeste de Chicago.

“El reino de Dios pertenece a los que son como estos niños”, se lee en el colorido mural pintado por el artista Milton Coronado en honor a la memoria de Melisa. El mural se ubica cerca de la intersección de la calle 26 y la avenida Keeler, en La Villita.

“La madre estaba sosteniendo a su hija de la mano, yendo al banco, tratando de comprar una hamburguesa en McDonald’s”, dijo Delilah Martínez, fundadora de Mural Movement.

A un año de su fallecimiento, el Concilio Comunitario de La Villita (LVCC) realizó en días recientes una vigilia de oración y una marcha por la paz en memoria de Melissa Ortega, quien fue alcanzada por una bala perdida tras un tiroteo. La niña recibió un impacto en la cabeza que le costó la vida.

La Policía de Chicago dijo que la menor se vio envuelta en un ataque de dos hombres, de 27 y 16 años, que perseguían a un pandillero rival.

“Le fallamos a Melissa y también le fallamos al tirador”, dijo el presidente de LVCC, Baltazar Enríquez. “Melissa tenía 8 años, el tirador 16, solo ocho años de diferencia. Sabemos que tenemos un problema grave cuando el agresor tiene solo 16 años, puede sacar un arma y disparar sin ningún remordimiento, sin ninguna conciencia”.

Enríquez dijo que su organización está en la fase de planificación y recaudación de fondos para crear una clínica de salud mental de base para obtener apoyo para los residentes de 18 a 25 años. El activista también espera que la tragedia de Ortega sea un catalizador para que la comunidad obtenga el apoyo que necesita.

Vecinos y activistas del área quieren que los políticos y líderes locales proporcionen más recursos a la comunidad. 

Muertes en cifras

La organización independiente de recopilación de datos Gun Violence Archive contó, a escala nacional, 1,055 niños muertos o heridos por armas de fuego en 2021, frente a 999 en 2020 y 695 en 2019.

Según un estudio publicado el 19 de diciembre de 2022 en la revista JAMA Pediatrics, el homicidio es una de las principales causas de muerte de niños en Estados Unidos. Y la tasa general de homicidios de niños ha aumentado un promedio de 4.3% cada año desde 2013.

Los niños afroamericanos fueron asesinados más que los de cualquier otro grupo, y las armas de fuego fueron el arma más común utilizada en las muertes de niños, indicó el estudio.

Entre 1999 y 2020, 38,362 niños (de cero a 17 años) en Estados Unidos fueron víctimas de homicidio, según los investigadores.

Más programas para los niños

Doris Hernández, residente de La Villita, no ve que las autoridades hagan algo para mejorar la violencia en las calles. “Ahora llaman a la policía en un momento de crisis y no vienen, porque dicen que están atendiendo casos peores, pero qué puede ser peor que un niño muerto”.

Hernández es cofundadora de Padres Ángeles, un grupo de prevención de violencia en La Villita. Ella es de la idea de que se tengan más programas después de clases y actividades para los niños y jóvenes.

Menciona que faltan lugares donde los jóvenes puedan desarrollar sus talentos, como tocar la guitarra y el canto, y programas después de clases. “No hay sitios de tutoría para los niños donde puedan aprender a hacer sus tareas, sus proyectos, sería mejor invertir en esas cosas, porque de esa manera el joven va a sentir apego por la escuela”.

Hernández y Elizabeth Ramírez, cofundadora de Parents for Peace and Justice, perdieron ambas a sus hijos a causa de la violencia.

Ramírez recuerda otros casos de dos niños de Chicago que fueron alcanzados por balas, tal como le sucedió a Melissa Ortega. “Recuerdo a una mamá que perdió a su hijo que tenía 3 años, el niño estaba con su papá cortándose su pelo en un apartamento y un tiro alcanzó al niño de 3 años y lo mató. Y otra niña, de 7 años, estaba metiéndose al carro de su mamá cuando recibió un tiro que también le quitó la vida”.

Ramírez está ya preparando un curso para los niños en el verano (cuando los índices de violencia relacionados con menores tienden a subir). “Vamos a tener un curso bien lindo con los niños para que tengan la mente ocupada en algo positivo durante sus vacaciones”, indicó Ramírez.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.

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