Hispano es exonerado de un homicidio que no cometió pero del que fue inculpado por un detective corrupto
Edwin Ortiz pasó 25 años en la cárcel luego de que el detective Reynaldo Guevara lo acusó falsamente de un asesinato en 1988
La condena por asesinato de uno de los siete hombres que sometieron mociones ante una corte del Condado de Cook, exigiendo que sus condenas ligadas a las investigaciones fallidas del detective Reynaldo Guevara, fue revocada el 25 de julio por la Juez María Kuriakos Ciesil.
Edwin Ortiz, ahora de 51 años y residente de Gage Park, salió de la corte exonerado de un asesinato sucedido en 1988 que él siempre mantuvo no había cometido.
Sin embargo, en esa época, una vez que la investigación había comenzado en el caso de José Morales, quien fue baleado a muerte en el Parque Humboldt en 1988, Guevara, quien antes de ser detective trabajaba para la Unidad de Crímenes de Pandillas en el Departamento de Policía de Chicago, ingresó por su cuenta a la investigación.
Otro detective ya había entrevistado a un posible testigo quien, al mostrarle el detective una serie de seis fotos, dijo que el sospechoso era alguien de apellido Aponte.
Y el mismo testigo del asesinato, que ocurrió en la noche y en el cual testigo tuvo apenas segundos para ver al pistolero quien vestía una capucha, dijo al otro detective que el asesino parecía de “18 a 19 años de edad”.
Ortiz tenía entonces apenas 14 años y era inocente de dicho incidente en el barrio puertorriqueño del lado noroeste de la ciudad.
De inmediato, y sin razón aparente alguna, Guevara entró a la investigación, fue con el mismo testigo, le mostró fotos de jóvenes menores de edad y lo convenció de identificar a Ortiz como el tirador que mató a José Morales.
Consecuentemente, Ortiz pasó 25 años en prisión por un crimen que no cometió y ha vivido con el estigma desde entonces.
“He pasado 14 años tratando de reordenar mi vida, luchando entre trabajo y trabajo, entrevistas y más entrevistas, tratando de vivir mi vida diaria y hoy. Este va a ser un gran paso al frente en poder cambiar mi vida,” dijo Ortiz a la prensa afuera de una corte el pasado jueves.
Ortiz ahora, en plena libertad, busca rehacer su vida y reintegrarse a su comunidad como un hombre inocente.
Otros seis hombres sometieron mociones ante una corte del Condado de Cook para que sean anuladas las condenas que ellos recibieron a causa de acciones de Guevara, de quien se alega que violó proceso legal y derechos de Ortiz y los otros.
Aparte de Ortiz, los otros seis hombres son: José Aguiar, quien pasó 22 años en prisión; David Kruger, quien pasó 14 años en prisión; Juan Molina, quien estuvo 12 años y medio en prisión; Oscar Soto, quien pasó 3 años en prisión; Víctor Vera, quien pasó 17 años en prisión y Trece Williams, quien pasó 20 años en prisión.
Con Ortiz ya son 45 casos de hombres en prisión en el área de Chicago cuyas condenadas han sido revocadas ya que en cada uno de esos casos el detective Guevara jugó un papel turbio al involucrar, presionar y violar derechos constitucionales, según el Proyecto Exoneración, el cual busca librar de prisión a personas inocentes condenadas en las cárceles del Condado Cook.
“Yo fui encarcelado por 25 años por un asesinato que no hice”, dijo Ortiz cuando sometieron las mociones los siete hombres mencionados. “Yo tenía 15 años. Yo nunca me gradué de la secundaria. Yo nunca fui a mi baile de graduación. Hubo muchas cosas que yo nunca pude hacer como un niño”.
Tanto jueces como abogados han dicho que Guevara, ya jubilado, “tenía una manía para manipular las identificaciones de los testigos”.
Otros han dicho que “Reynaldo Guevara era un policía corrupto quien rutinariamente violaba los derechos constitucionales… cuando él conducía investigaciones de homicidios”.
El juez James M. Obbish, de las cortes del Condado Cook, ha dicho que Guevara “mentía descaradamente”.
Desde 2017 el detective Guevara se ha negado a defender sus propias investigaciones y en su lugar se ha amparado en tomar la Quinta Enmienda que lo protege de inculparse a sí mismo.
Las acciones aparentemente ilegales y corruptas de Guevara le han costado a la ciudad de Chicago $98 millones de dólares para defenderlo y pagar restitución a los afectados.
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