Trumponomics y su impacto en los consumidores estadounidenses

Las políticas económicas de la administración de Donald Trump, ahora comúnmente denominadas Trumponomics, se han centrado en medidas proteccionistas, desregulación y reducción del gasto en agencias gubernamentales, recortes de impuestos para empresas y ciudadanos de altos ingresos. Aunque su objetivo declarado es fortalecer la economía estadounidense, estas medidas están teniendo efectos mixtos, especialmente para los consumidores.

Aranceles y aumento de precios

Uno de los cambios más notorios ha sido la imposición de aranceles a importaciones clave de países como China, Canadá y México. Aunque se justificaron como un mecanismo para proteger la industria local, en la práctica están encareciendo productos de uso diario. El primer gobierno de Trump de 2017 a 2021 se aplicaron aranceles parecidos y estudios indican que, hacia finales de 2018, estos aranceles costaban a los consumidores estadounidenses aproximadamente $3,200 millones mensuales en costos adicionales.

Un ejemplo claro es el impacto en el mercado de electrodomésticos: los aranceles sobre lavadoras hicieron que los precios aumentaran un 12%. Asimismo, los aranceles al acero y aluminio elevaron los costos de producción, lo que afectó tanto a los fabricantes como a los consumidores finales.

Inflación y pérdida de poder adquisitivo

El aumento en los precios de bienes de consumo que estamos viendo está siendo impulsado en parte por posibles aranceles, esto haría erosionar el poder adquisitivo de los hogares. En su primer gobierno los recortes fiscales implementados por la administración Trump beneficiaron en mayor medida a personas de rentas altas, el incremento en el costo de vida neutralizó parte de esos beneficios para la clase media y baja.

En 2017, tras la implementación de sus primeras políticas económicas, la incertidumbre en los mercados llevó a una caída del 7% en la confianza del consumidor, según el Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan.

El impacto en el sector agrícola

Las tensiones comerciales con China provocarán represalias en forma de aranceles sobre productos agrícolas estadounidenses. La soya, uno de los principales productos de exportación del país, podría sufrir una caída en su demanda internacional, generando pérdidas millonarias para los agricultores.

Esto paso en su primer mandato y para mitigar esos efectos, el gobierno de Trump aprobó un paquete de subsidios por $28,000 millones entre 2018 y 2020 para compensar las pérdidas del sector agrícola. Sin embargo, muchos productores consideraron esta solución insuficiente, ya que no reemplazaba la estabilidad de los mercados internacionales.

Incertidumbre y volatilidad en los mercados

La falta de claridad en las políticas comerciales de la administración Trump está generando fuertes oscilaciones en los mercados financieros desde hace un mes. Se estima que la volatilidad causada por estas políticas contribuyó, desde que Donald Trump asumió la presidencia, a que Wall Street ha experimentado una notable inestabilidad. Recientemente, se registró una caída significativa en el mercado, con pérdidas que superan el billón de dólares. Empresas como Tesla vieron una disminución del 15% en el valor de sus acciones, mientras que aerolíneas como United Airlines y Delta registraron caídas superiores al 4% cada una (HuffPost). La política arancelaria de Trump ha contribuido a esta volatilidad. Acciones de empresas tecnológicas como Nvidia, Apple, Alphabet y Meta cayeron entre un 4% y un 5%, acumulando pérdidas conjuntas de 125,000 millones de dólares.

Además, la incertidumbre económica ha llevado a los inversores a buscar mercados más estables fuera de Estados Unidos, como China y Europa, lo que ha afectado aún más la capitalización bursátil en el mercado estadounidense (elpais.com).

En resumen, desde la asunción de Trump, el mercado bursátil ha enfrentado pérdidas significativas en capitalización, influenciadas por políticas comerciales y la consecuente incertidumbre económica.

Ante este panorama, bancos como JPMorgan y Goldman Sachs incrementaron sus previsiones sobre el riesgo de una recesión. La guerra comercial con China, junto con las dudas sobre la sostenibilidad de los recortes fiscales, afectó la inversión empresarial y la estabilidad económica.

Comparación con Argentina

Mientras EEUU enfrentaba los efectos de Trumponomics, Argentina, bajo el liderazgo de Javier Milei, adoptó una estrategia de ajuste económico con énfasis en la reducción del gasto público y la desregulación. En enero de 2024, la inflación mensual en Argentina bajó a 2.2%, la cifra más baja desde 2020.

A pesar de los recortes en subsidios y el impacto inicial en ciertos sectores, el poder adquisitivo de los salarios comenzó a recuperarse, lo que permitió a Milei mantener una popularidad cercana al 50%. Si bien su estilo de gobierno genera controversia, sus políticas han mostrado resultados mixtos en el corto plazo.

Si bien Trumponomics buscaba fortalecer la economía estadounidense, sus políticas proteccionistas han generado costos adicionales para los consumidores, mayor incertidumbre económica y presiones inflacionarias. Aunque el proteccionismo puede beneficiar a ciertos sectores en el corto plazo, la teoría económica sugiere que, a largo plazo, suele perjudicar el crecimiento y la estabilidad económica, especialmente cuando se aplica de manera masiva a múltiples sectores y países.

La volatilidad en los mercados refleja la incertidumbre en torno a la política comercial y fiscal de EEUU. Es crucial que el país adopte estrategias que prioricen la estabilidad económica y el crecimiento sostenido, sin comprometer el bienestar de la población.

-Ramiro J. Atristaín-Carrión es economista, asesor financiero y profesor.