“Es momento de que México reconozca a sus afrodescendientes”
Conapred documentó en su último informe sobre esta etnia que las principales concentraciones se encuentran en el Estado de México
MÉXICO – A los mexicanos no les gusta reconocer su sangre negra. Lo dicen las encuestas y lo callan las políticas públicas al punto que la Comisión Nacional de Derechos Humanos solicitó ahora una campaña nacional en contra de la discriminación de la población afrodescendiente en el país.
No son muchos o al menos son pocos los que se reconocen como hijos de africanos traídos al continente en la época colonial: alrededor de 1.3 millones (1% de la población nacional), pero sus condiciones de vida son “preocupantes”, dijo Norma Inés Aguilar, cuarta visitadora de la CNDH al presentar un informe sobre la realidad de esta comunidad.
Alrededor del 40% no cuenta con prestaciones de ley; 55% de los hombres y el 48.9 de las mujeres no tienen seguro social y, por tanto, no gozan de incapacidad en caso de enfermar o tener un accidente grave; y 6.6% de los niños no ha sido registrado.
Además el 47% aún cocina con leña o carbón; 40% vive en casas con techo de lámina y 15% carece de agua entubada por lo que tiene que caminar a pozos para acarrearla hasta sus hogares con los riesgos de salud.
“La justicia no ha sido igualitaria con ellos”, destacó Aguilar. “Sin políticas públicas o una legislación que los reconozca seguirán marginados e ignorados.
De acuerdo con el último reporte de la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) 23% de los mexicanos no recibiría a un afrodescendiente en su casa, 74% describe de manera negativa a las personas “negras” y todavía se hacen chistes despectivos tales como “el negrito en el arroz” o “trabajar como negro”.
Wilner Melelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos, dijo en entrevista con este diario que el informe de la CNDH es un hecho “histórico” porque por primera vez el estado mexicano reconoce a su población afrodescendiente.
“El estado mexicano debe pronunciarse al respecto y tomar las medidas necesarias en las políticas públicas”.
Para empezar -dice- en las escuelas: la Secretaría de Educación Pública no habla en los libros de texto de esta comunidad, “es importante que se sepa nuestra historia”; luego, en la constitución: México es el único país que no reconoce en su Carta Magna a esta comunidad. Y finalmente en el presupuesto.
“Se necesita un fondo especial, un dinero etiquetado por los diputados como el destinado para pueblos indígenas pero específicamente para el desarrollo de las comunidades afrodescendientes”, precisa Metelus.
Conapred documentó en su último informe sobre esta etnia que las principales concentraciones se encuentran en el Estado de México (304,000); Guerrero (229,000) y Oaxaca (196,000); el resto, repartido en el resto del país.
Los primeros afromexicanos llegaron al país como mano de obra esclava de los colonizadores españoles procedentes de Gambia, Senegal, Congo, Angola y Mozambique y sus descendientes no fueron considerados como personas libres sino hasta 1829 cuando la Independencia eliminó la eclavitud y las castas.