Insípido empate entre Nueva Zelanda y Perú rumbo al Mundial
El boleto a la justa mundialista se resolverá en Lima la siguiente semana
WELLINGTON, Nueva Zelanda.- Perú empató este sábado sin goles en un flojo encuentro con Nueva Zelanda en el partido de ida de la repesca del Mundial de Rusia 2018, un partido donde fue mejor pero en el que dejó en evidencia su incapacidad para definir ante un equipo oceánico que ofreció bien poco pero inquietó sobre el final.
Todo tendrá ahora que definirse en Lima el próximo miércoles, cuando los peruanos deberán superar la presión de saberse favoritos y jugar en casa para poder lograr el sueño de regresar a un Mundial de fútbol, a donde no llegan desde 1982.
El partido, jugado con intensidad, fue pobre en ocasiones, con unos jugadores locales limitados en sus opciones que solo inquietaron hacia el final del partido y unos peruanos hábiles y bien plantados en el medio campo, pero muy poco contundentes en los últimos metros y nulos de cara al gol.
El plan de juego no sorprendió desde el arranque: Nueva Zelanda con patadón y una aguerrida presión defensiva y Perú con el control de la pelota, con pase y triangulación.
Pese a ese planteo, fue un pase profundo sobre Jefferson Farfán, aliado a la confusión en la defensa local, el que deparó mejor oportunidad de gol en la primera mitad, que el arquero neozelandés Stefan Marinovic sacó con lo justo sobre la línea, apenas pasados los seis minutos de juego.
Perú tomó el protagonismo ante unos neozelandeses limitados e imprecisos, y cuando le impuso velocidad a la pelota, particularmente gracias a las carreras de André Carrillo, se acercó con cierto peligro al área local.
Édison Flores, de cabeza, y Christian Cueva, que controló bien y disparó mal, tiraron al arco antes de los primeros veinte minutos de juego, pero sin acierto.
El trámite se equiparó con el transcurrir del reloj, que Nueva Zelanda aprovechó para ganar claridad, aunque Perú siguió siendo el mejor sobre la cancha.
Ni Farfán apareció, ni Flores ni Cueva lograron abrir la lata como en otras ocasiones y quedó patente que la gran laguna peruana para hacer valer su dominio fue la falta de un último pase profundo o la decisión oportuna para disparar al arco.
Nueva Zelanda se creció aún más en la reanudación, cómodo con el resultado, ante un Perú que comenzó a funcionar a ráfagas y a perder sus señas de identidad.
Fuera de guión otra vez, fue el balón parado el que le dio mejores oportunidades a Perú, con un cabezazo de Aldo Corzo que obligó a lucirse Marinovic en el minuto 62.
El tramo final del encuentro cayó en manos de los locales, muy crecidos y atrevidos y que lograron llevar el partido a su ritmo, ante un Perú cansado y sin ideas que terminó viendo por bueno el tímido empate sin goles.