Hablemos de su jubilación

Los latinos ahorran menos que el resto para su jubilación. Les recordamos cómo se puede cambiar esto.

Hay dos tipos de cuentas de ahorros con beneficios y regulaciones tributarias./Shutterstock

Hay dos tipos de cuentas de ahorros con beneficios y regulaciones tributarias./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Es un hecho, los latinos tienen retos importantes con respecto a su jubilación. Más que otras comunidades porque mayoritariamente trabajan en empresas que no ofrecen planes de pensiones o cuando lo hacen no cualifican para ellos, según hizo público a finales del año pasado el National Institute on Retirement Security and UnidosUS.

Además, ahorrar, cuando no sobra el dinero, es complicado. Pero no es imposible, por eso es conveniente repasar las opciones que se tienen cuanto antes. Ahorrar para la jubilación no es cosa de personas mayores sino de muy jóvenes porque si se empieza a ahorar con el primer sueldo que se recibe es más fácil llegar a los objetivos que se tengan 45 años más tarde.

El largo plazo no es algo que sea fácil priorizar pero es hora de cambiar la mentalidad porque el cheque del seguro social es un ingreso insuficiente.

Planes 401k

Este es un plan de ahorro que está diseñado para que sea el empleador el que lo ofrezca a sus trabajadores y este suele hacer una contribución a las cuentas de cada empleado según se haya pactado en el contrato individual o colectivo.

Es uno de los beneficios que se ofrecen a los trabajadores aunque no hay obligación de participar por parte de los empleados. Cuando lo hacen, el porcentaje que cada uno considere que puede/debe ahorar de su salario bruto (antes de impuestos) irá a la cuenta de ahorro. No se pagan impuestos sobre ese dinero porque el empleador dirigirá ese ahorro a la cuenta antes de que llegue al cheque.

Ese dinero se invierte en los mercados por el gestor del plan. Normalmente hay dos opciones: diseñarse cada uno la cartera de inversión (en acciones, bonos, fondos…) u optar por una cartera prediseñada para cada nivel de tolerancia del riesgo según la edad. Cuando se es joven se invierte más en acciones (que tienen más riesgos pero también más potencial de ganancias) y según se van cumpliendo años la inversión es más conservadora y se apuesta más por los bonos cuya rentabilidad y riesgo es menor.

El dinero que se gana con estas inversiones de capital y dividendos no se paga hasta que se llegue a la jubilación y se empiezan a usar estos ahorros. En ese momento los ingresos suelen ser más bajos y por tanto la obligación tributaria es menor.

Hay un límite a lo que se puede contribuir a los planes de jubilación. En el caso del 401k no se puede depositar en esta cuenta más de $19,000 según los límites establecidos por el IRS.

Y es un dinero que no se debe sacar de la cuenta porque el objetivo del ahorro es la jubilación. En caso de que decida usarlo por el motivo que sea antes de cumplir los 59 años y medio, va a tener que pagar impuestos por el dinero que haya sacado además de una penalización del 10% sobre la cantidad retirada. Hay excepciones a estas penalidades como si se pierde el empleo a los 55 años pero es conveniente no contar con este dinero hasta la jubilación.

Cuando cambie de trabajo tiene que llevar el dinero de esta cuenta a otra (IRA) o un nuevo 401k si lo tiene en su nuevo empleo. Tiene unos 60 días para hacerlo y ha de hacer el cambio automáticamente al nuevo gestor de ahorros para evitar que pase por sus manos porque entonces se considerará que lo ha sacado y se le aplicarán las sanciones.

Roth

Hay 401k Roth, que no son frecuentes, en los que se pagan impuestos sobre la cantidad que se ha depositado en las cuentas. La retención por parte del fisco se hace como con el resto del dinero que llega en el cheque pero, a cambio, las ganancias de capital no tributan cuando empiezan a desembolsarse con la jubilación.

IRA

Es una Cuenta de Retiro Individual (IRA en sus siglas en inglés). La abre cada individuo en una gestora y planifica las cantidades a depositar en esa cuenta, bien con depósito directo desde su cuenta de cheques o con contribuciones que se quieran hacer cuando se tenga disposición de dinero.

Como en el 401 los hay tradicionales y Roth. La diferencia es la misma: las implicaciones fiscales. En un Roth IRA no se tienen deducciones por las contribuciones que se hacen y en el llamado tradicional, el dinero que se dedica a este ahorro es pretax. Cuando toca retirarlo porque se llega a la edad de jubilación, los ahorradores en IRA tradicional pagan impuestos por el dinero que usen cada año, quienes tienen cuentas Roth, no pagan ni por la contribución ni por las ganancias de ese capital.

A la hora de considerar uno u otro se aconseja que se calcule el tramo fiscal en el que se tributa. Si se piensa que en la jubilación se tendrán ingresos elevados le conviene la modalidad Roth para no tributar por ello. Si, por el contrario, confía su bienestar financiero al cheque del seguro social y los ahorros, es posible que la cantidad a pagar al fisco sea muy baja cuando esté jubilado y le convenga más ahorrar en deducciones antes. En este caso lo mejor es el IRA y 401k tradicional.

En caso de que saque el dinero de esa cuenta por el motivo que sea antes de jubilarse pagará la misma penalización que con el 401k aunque también hay excepciones. Además, recuerde que le elevará la base impobible por lo que posiblemente pague más impuestos.

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