Hija de indigente mexicano asesinado en Chinatown no entiende por qué su padre dormía en la calle
Quería regresar a su país, pero ese deseo sólo lo cumplió después de muerto
Nazario Vázquez Villegas tenía adición al juego, los casinos y el dinero fácil, y eso lo llevó a vivir en la calle, según su hija María.
Solía ir a Chinatown para tomar un bus hacia casinos de Nueva Jersey o Pensilvania. Y así encontró la muerte la madrugada del 5 de octubre, cuando otro desamparado hispano, Randy Santos (24), supuestamente lo mató salvajemente a golpes.
Cuatro indigentes murieron y un quinto quedó gravemente herido.
Su padre, un mexicano indocumentado, era intermitente en casa, dijo María en una entrevista con NY1 Noticias. A veces no volvía por varios días y en las últimas tres semanas de su vida no supo de él.
“Eso es lo que no entiendo”, dijo María en su hogar en Staten Island, triste y flanqueada por fotos de su padre. “Y eso me quema por dentro, y simplemente no entiendo. No entiendo por qué no vino a casa. Él no merecía eso, ni él ni los otros. La gente dice que ellos eran de la calle, pero yo pienso que todos los seres humanos tienen derechos”.
“Nosotros importamos. Ellos también importan porque somos seres humanos. Ellos no eran animales. Ni los animales son tratados tan mal, ya que los animales también tienen derechos”, añadió María.
“Le gustaba estar en la calle, algunas veces iba a un refugio y dormía, y entonces a la medianoche se iba al casino”, dijo Oscar García, otro hombre sin hogar que conocía a Nazario.
“Le gustaba jugar… yo también. Bebíamos juntos, en todas parte. Queens, Brooklyn”.
Esa madrugada estuvo en el momento y lugar equivocados, según Hugo Galicia, otro de sus amigos. “Le gustaba la vida libre, nunca se quedó en el mismo lugar, le gustaban nuevos lugares”.
Nazario cruzó la frontera sin papeles hace unos 15 años, partiendo de un pequeño pueblo cerca de Ciudad de México.
Tuvo seis hijos, cuatro de los cuales aún viven en México.
Siendo indocumentado, tuvo varios trabajos en EEUU y, según su hija, quería regresar a su país. “Quería volver con su familia”.
Después de una despedida en Brooklyn el mes pasado, Villegas fue enviado a México, donde lo sepultaron el 18 de octubre.
Santos, detenido y acusado de haber asesinado a golpes a los cuatro hombres, se declaró “no culpable” en la corte y ha estado recluido en una sala psiquiátrica.
Él no merecia eso, ni él ni los otros. La gente dice que ellos eran de la calle, pero yo pienso que todos los seres humanos tienen derechos, dijo Maria Vazquez, la hija de #Nazario #Vázquez #Villegas. #desamparados #muertos https://t.co/XuW0J0Suek
— NY1 Noticias (@NY1noticias) November 5, 2019