Gases lacrimógenos que la policía usa en manifestaciones ayudan a propagar el coronavirus
Expertos instan a las autoridades abandonar la práctica por motivos de salud pública
El gas pimienta o los gases lacrimógenos que las fuerzas policiales utilizan para contener a los manifestantes ayudan a propagar el coronavirus en medio de la pandemia. Expertos instaron este jueves a las autoridades abandonar la práctica por motivos de salud pública.
Rociar a la multitud con gas lacrimógeno provoca tos y gritos, que harán más fácil que las gotitas infecciosas de una persona contagiada contaminen a otras, según el doctor Peter Chin-Hong.
Este profesor de medicina y especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California San Francisco advierte que los mencionados gases pueden provocar que los manifestantes se quiten la mascarilla para frotarse ojos, nariz y boca. Y lo que es peor, la irritación respiratoria inflama el interior de la nariz y la boca y el revestimiento de los tejidos pulmonares. Chin-Hong apunta que esto hace que el cuerpo sea más susceptible a infecciones.
El especialista de UC San Francisco es uno de las más de 1,000 expertos en enfermedades infecciosas y salud pública que ha firmado una petición para que los gobiernos estatales y locales dejen de usar gases lacrimógenos, humo y otros irritantes respiratorios que aumenten el riesgo de transmitir el coronavirus al inducir la tos.
Un grupo de la Universidad de Washington tomó la iniciativa de enviar la solicitud a las autoridades competentes en medio de esta situación de pandemia y agitación social y contactaron a Chin-Hong para que editara la carta.