Un daño irremediable

Luego de las elecciones hay que tener cuidado con la reacción de los seguidores del magnate

Las últimas encuestas parecen señalar que la elección presidencial está casi definida. En el voto popular Hillary Clinton mantiene una decente ventaja sobre el candidato republicano. En los números del colegio electoral esa ventaja es mucho más clara. Grupos especializados como la organización 538 y realclearpolitics le dan a la ex primera dama más del 80% de posibilidades de ganar esta elección.

Y en medio de esta realidad ese monstruo creado por el partido republicano llamado Donald Trump – envuelto en los más deplorables escándalos por su probada perversión sexual- lejos de intentar enfocarse en los temas de interés público para detener la hemorragia imparable en la que se ha convertido su campaña, se ha embarcado en la tarea de erosionar la democracia estadounidense con teorías conspiratorias sobre un supuesto acto colusorio entre la prensa, el gobierno y la candidatura demócrata, para robarle la elección.

“La elección ha sido arreglada por la prensa, en coordinación con la campaña de Clinton, publicando como noticias historias que nunca pasaron”, ha publicado este Domingo 16 de Octubre en su cuenta de Twitter el mitómano candidato republicano. Y en sus mitines, repite de manera consistente que las elecciones están amañadas.

Este perverso sujeto ha llevado durante el último año una campaña que ha dañado irremediablemente la fibra social de Los Estados Unidos. Sus discursos llenos de odio y de racismo, cargados de divisionismo y de una visión distópica de la realidad han calado hondo en un sector desubicado de la sociedad estadounidense.
Ahora su personalidad egomaniaca y narcisista, al verse casi perdido, lo impulsa a querer llevarse por delante hasta a las instituciones democráticas.
Y lo más peligroso, es que sus seguidores en los mitines han comenzado a agredir a los miembros de la prensa y a hablar de una “revolución” si su candidato pierde las elecciones.

Estos descontrolados seguidores de Trump hablan de derrumbar un posible gobierno de la presidenta Clinton, con las armas si es necesario, y de encarcelarla y hasta matarla. A que nivel de locura hemos llegado.

Pero ante la repetida aseveración de su líder cultista de que la elección está arreglada, ahora están organizando brigadas civiles para vigilar los precintos electorales para evitar el fraude, que según ellos se fragua a través del voto de los inmigrantes “Ilegales”.

Inclusive perdiendo la elección, el daño que este sujeto ha causado parece irremediable. Lo más triste, es que la semilla de odio sembrada por Trump amenaza con germinar, si no ahora, quizás en un futuro no muy lejano.

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#Elecciones2016

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