Fiesta de la familia latina en Maratón de Nueva York

El paso del maratón por Queens vueve a ser un punto de encuentro para los hispanos

La fiesta cívica por excelencia de la familia neoyorquina tuvo esta vez un llamativo cómplice cuando el otoño de tantas tardes grises, dejó su lugar a un día primaveral con temperaturas que bordearon los 60 grados.

Una invitación abierta para la familia latina que en esta como en tantas veces, puso la alegría y el condimento festivo en los cinco condados.

Latinos de carnaval en Brooklyn al paso de la carrera por Barclays Center. Latinos en Queensboro Bridge para despedir la carrera hacia Manhattan donde los mexicanos y boricuas del East Harlem pusieron su presencia y colorido mentras que Mary Keytani, arrolladora, pasaba como una sombra y devoraba millas y el trío de Ghebrelassie, Rotich y Abdirahman sentenciaban el podio entra los varones.

Ya en El Bronx, con la carrera virtualmente sentenciada, los elegidos cosecharon aplausos a ritmo de merengue y bachata y se fueron en la búsqueda de la línea de meta hacia el Parque Central.

Eso para los que miraban la competencia por la victoria. Porque para otros entre los casi dos millones de espectadores que de minuto en minuto iban apareciendo, lo más importante seguía pasando en las calles.

Caras latinas llegadas de todas partes. Expresividad, alegría, histrionismo. La famosa ‘pegada’ latina.
“Es algo maravilloso”

Notoria en las caras alegres de Claudia Bustamente y Diana Rojas, ambas llegadas desde Colombia para estar por primera vez en la carrera.

“Fantástico. Emocionadas con la alegría y la calidez de todos aquí. Ver a tanta gente de todos los lugares del mundo es impresionante. Muy linda la carrera. Es una fiesta maravillosa y seguro que acá vamos a volver”, señala Claudia quien espera con ansiedad el paso de su esposo Julián Upegui que participa en la carrera.

A su lado, lanzando voces de apoyo a los corredores, está Diana Rojas de Ríonegro también primeriza en la carrera y cuyo esposo John Jairo Henao ya cruzó por Queensboro en busca de la meta.

“Felices con esta experiencia. La gente es muy cívica y muy amable. Nos han hecho sentir como en nuestra tierra… El Maratón de Nueva York es algo hermoso. Creo que todos deberíamos venir a disfrutar el espectáculo de la ciudad”, subraya.

queensboro
Los corredores solo piensan en llegar a la meta. (Foto: Jairo Giraldo)

Algo en lo que coinciden los esposos ecuatorianos Silvia Ortega y Abraham Álvarez, quienes llegaron desde Brentwood (Long Island).

“Venimos a apoyar a una amiga chilena que conocí en Ecuador y que participa en la carrera… esperamos que pase y disfrutamos de toda esta alegría”, dice Silvia.

Los Álvarez son debutantes en la carrera más loca del mundo y desde ya, se apuntan para volver. “Antes la veía por la televisión, pero ahora sé que vale la pena y es algo muy bonito”, afirma Abraham.

Bonita experiencia la de Luis Pérez, un poblano de 25 años de edad y una familia en Nueva York y que con mucha ansiedad, mira uno a uno los rostros de los corredores que pasan. A Luis de Wooside (Queens) lo acompañan su hija Sofía y su hijo Luis, y portan un cartelito que lo define todo: “Go Mom”, para echarle porras a Angélica Martínez. La jefa de la familia quien está en plena carrera.

“Vengo a apoyar a mi mamá”, dice Sofía, otra carita latina que le da registro y presencia a la comunidad hispana en la “Gran Manzana”, donde los valores multiculturales y multiétnicos tienen una cita cada año en el primer domingo de noviembre para correr y disfrutar el Maratón de Nueva York.
eldiariony.com

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