Burwell: “Obamacare” es mejorable pero “va por buena trayectoria”

La secretaria de Salud recorre EEUU desbancando los “mitos” con la advertencia a los republicanos de que eliminarla sería como descalabrar un juego de “Jenga”

WASHINGTON.- Con la misión de defender el legado del presidente Barack Obama en el área de salud en lo que le resta en el cargo, la secretaria de Salud, Sylvia Mathews Burwell, recorre EEUU desbancando los “mitos” sobre “Obamacare”, con la advertencia a los republicanos de que eliminarla sería como descalabrar un juego de “Jenga”.

“Esto es como armar una torre de ´Jenga´, si quieres quedarte con lo que más te gusta, tienes que dejar otras cosas también (para que no se derrumbe)…¿Que si nos queda mucho por hacer como país? Claro, pero estamos en la trayectoria correcta“,  dijo Burwell en entrevista exclusiva con este diario, al promover el período de inscripción abierta que vence el próximo 15 de diciembre.

Embarcada en lo que llamó como una “reality tour” (“gira sobre la realidad”), Burwell lamentó que el asunto se volvió altamente “politizado”, y ahora su meta es seguir “desbancando los mitos” de la oposición, como la desaparición de empleos, la reducción de posiciones a tiempo completo, o la anulación del plan médico como un beneficio laboral.

Pero nada de eso ocurrió y el mundo siguió su curso.

En cambio, si los republicanos anulan “Obamacare”, uno de los efectos inmediatos en 2017 será que las aseguradoras tendrán aún una mayor influencia de la que tuvieron cuando se elaboró una ley que amplió las protecciones para los consumidores, eliminó los límites anuales en los beneficios, e impuso un techo para los deducibles, señaló.

Burwell no pierde el sueño ante las amenazas republicanas de anular el complejo sistema de "Obamacare" que ahora "es parte del tejido" de EEUU. Foto: María Peña/Impremedia
Burwell no pierde el sueño ante las amenazas republicanas de anular el complejo sistema de “Obamacare” que ahora “es parte del tejido” de EEUU. Foto: María Peña/Impremedia

Burwell no pierde el sueño ante las amenazas republicanas porque “Obamacare”, con todo y sus tropiezos iniciales, forma parte del “tejido” de la nación, y “halar” tan solo un hilo –como la cobertura de condiciones preexistentes- terminaría desmadejándolo todo con amplias repercusiones, según el Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS, por su sigla en inglés).

La reforma de salud de 2010, conocida popularmente como “Obamacare”, fue una respuesta de la Administración Obama al enorme número de personas sin cobertura médica y al alto costo de salud en la primera potencia del mundo.

En comparación con otros países industrializados, que gastan menos pero tienen mejor cuidado de salud, ambos problemas eran inaceptables en EEUU, sobre todo entre los hispanos, que usaban las salas de urgencia cuando ya se veían desbordados por condiciones médicas prevenibles.

En la actualidad, 150 millones de estadounidenses tienen seguro médico como un beneficio a través de sus empleos, otros 70 millones de bajos recursos lo tienen a través del programa de “Medicaid”, y otros 50 millones de ancianos y jubilados lo tienen mediante “Medicare”.

Con la reforma de salud, el 85% de los once millones que lo han comprado a través de los llamados “intercambios de mercado” federales han obtenido subsidios para costear las primas.

Sobre el 15% restante que vio un aumento en sus primas y no califica para ninguna ayuda, Burwell aconsejó “que comparen precios y estudien opciones, porque eso no existía antes”.

Lo que está en juego

obamacare

Burwell resume lo que está en juego con mejoras en tres puntos “fundamentales”: acceso al cuidado médico, cobertura de calidad, y precios cómodos para gente de escasos recursos.

Antes de la aprobación de “Obamacare” en 2010, el país iba por un sendero “insostenible”, porque uno de cada siete estadounidenses no tenía seguro médico, y entre los hispanos la tasa sin plan médico era del 42%, y ahora es del 31%.

Seis años después, 20 millones de personas adicionales tienen seguro médico, se ha reducido el crecimiento en los gastos de salud, y hay subsidios y créditos tributarios para quienes califiquen para esas ayudas, precisó.

Para Burwell, no hay duda de que también ha mejorado la calidad, porque, entre otros elementos, los planes cubren condiciones médicas preexistentes, se ha ampliado la cobertura de cuidados preventivos sin costo adicional, y los hijos se pueden quedar en el plan de sus padres hasta los 26 años.

Según la Kaiser Family Foundation (KFF), 9,4 millones de personas de ingresos bajos o moderados y que compraron seguro a través de los intercambios de mercado, habrán obtenido unos $32,800 millones en créditos tributarios para el pago de sus primas al cierre de 2016.

Pero esa ayuda ahora corre peligro si los republicanos cumplen su promesa de anular “Obamacare”.

Este desglosado muestra el monto de créditos tributarios en estados con altas concentración hispana.

creditostributarios

Burwell enumeró otros logros de la reforma de salud, pese a lo que alegan sus detractores republicanos dentro y fuera del Congreso. En sus apariciones públicas señala, por ejemplo, que el gobierno ha ahorrado casi mil millones de dólares en gastos del sistema de “Medicare” entre 2009 y 2014

Lecciones de la Historia

La enorme oposición a crear un nuevo sistema de salud no es tan distinta a la que EEUU vivió en 1935, con la promulgación de la ley que creó el sistema de Seguridad Social, como parte del “Nuevo Pacto” (“New Deal”) del presidente Franklin D. Roosevelt,  y que entonces también fue criticado como un sistema “socialista” que ocasionaría pérdida de empleos.  El sistema atravesó numerosas modificaciones a través de los años.

“Cuando el país atravesó un momento similar con otras leyes complejas, se abordaban los problemas, se aprendían las lecciones y se seguía adelante… soy optimista, y espero que seguirá el diálogo para avanzar al siguiente nivel” y mejorar la eficacia de “Obamacare”, afirmó Burwell.

¿Y la propuesta republicana?

Reacios a cualquier injerencia del gobierno en la economía, los republicanos en el Congreso llevan seis años luchando para anular “Obamacare” –votaron más de una decena de veces en su contra desde 2010, pese a la amenaza de un veto presidencial- y reemplazar el sistema con algo “mejor”.

Sin embargo, hasta ahora no han presentado ninguna opción viable para reemplazarlo, pero confían que con Donald Trump en la Casa Blanca, éste puede incluso recurrir a una acción ejecutiva para desmantelar “Obamacare”.

La otra opción republicana es que el legislador Tom Price, el médico ortopédico seleccionado por Trump como próximo secretario de Salud sea el encargado de darle el tiro de gracia a la reforma de salud, toda vez que ha predicado en la Cámara de Representantes, el “empoderamiento” de los consumidores, la austeridad fiscal y el relajamiento de regulaciones.

Pero el propio Trump ha dado marcha atrás en su promesa electoral, sugiriendo que no habría un corte abrupto y que, en todo caso, hay cláusulas rescatables de “Obamacare”.

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