¿Necesitas reemplazo de rodilla o cadera? 3 cosas que debes hacer

Lo más importante es el médico y el hospital que elijas. Sin embargo, también es conveniente que preguntes por la seguridad de los dispositivos y si las técnicas más recientes son adecuadas para ti

Podrías pensar que los reemplazos de rodilla y cadera son asunto de todos los días. Después de todo, están entre las operaciones más comunes en Estados Unidos, ya que se realizan aproximadamente 1 millón de ellas al año. Y debido a que se cree que ese número aumentará 4 veces para el año 2030, parece que prácticamente serán un rito de iniciación hacia los años dorados.

Pero esa popularidad no ha generado un consenso entre los cirujanos. La elección de prótesis, el procedimiento de la operación y otros aspectos pueden cambiar de un hospital o cirujano a otro. Y esa variación puede tener un impacto importante en los resultados.

Un ejemplo: La probabilidad de que contraigas una infección después de la cirugía. Consumer Reports descubrió marcadas diferencias en las tasas de infecciones, incluso entre hospitales en la misma área. St. John’s Health Center en Santa Monica, Calif., por ejemplo, obtuvo una buena calificación (una mejora del 68% frente al promedio nacional en cuanto a infecciones de rodilla), pero Los Alamitos Medical Center, cerca de ahí, obtuvo una calificación extremadamente baja (122% peor que el promedio nacional). Estos son los otros aspectos que más importan:

Médicos y hospitales

En una época en la que tus opciones incluyen rodillas impresas en 3D y asistentes quirúrgicos robóticos, la experiencia del médico sigue siendo lo más importante. “Es difícil encontrar un indicador de resultados más poderoso que el volumen”, dice Jeffrey N. Katz, M.D., director del Centro de Ortopedia y Artritis para la Investigación de Resultados en Brigham and Women’s Hospital en Boston. En la mayoría de los hospitales, “hay alguien que pasa mucho tiempo haciendo reemplazos”, dice Katz.

“Esa es la persona que buscas”. La experiencia del hospital también importa. Aquellos que tienen más experiencia tienden a tener personal de apoyo que puede ayudar a manejar el dolor, acelerar la recuperación y estar atentos a las señales de problemas. Pregúntale a los posibles cirujanos cuántos reemplazos han hecho en el último año (idealmente, buscas a alguien que haya hecho al menos 50) y cuáles son las tasas de complicaciones (busca el 3% o menos). También debes revisar la tasa de infección del hospital (debe ser menos del 1%) y su plan de rehabilitación. (Un hospital que hace que los pacientes se muevan poco después de la cirugía reduce el riesgo de complicaciones y acelera la recuperación).

Procedimientos y prótesis

Se han realizado sorprendentes avances en el reemplazo de articulaciones en los últimos años en cuanto a los tipos de prótesis disponibles y a las técnicas con las que se implantan. Algunos hospitales ofrecen implantes impresos en 3D que prometen un ajuste a la medida o procedimientos asistidos por robots que permiten una cirugía “mínimamente invasiva” que requiere de cortes más pequeños y menos perforaciones en el hueso. Sin embargo, dichos avances aún están por comprobarse; hasta ahora, solo una cantidad mínima de cirujanos optan por alguno de estos.

“Suena genial”, dice Katz, “pero no existe evidencia relacionada con que sean mejores opciones frente a lo que hemos estado haciendo durante años”. Además, podrían ser más caros.

Si estás considerando someterte a una cirugía, evita que te convenzan con las de última moda. “No debes enfocarte tanto en los detalles técnicos”, dice Katz. “Si lo haces, puedes terminar en un hospital de mala calidad con un cirujano de mala calidad porque ofrecen el aparato que crees que necesitas”.

Retiros y revisiones

Por supuesto, de todos modos debes hacer algunas preguntas. Los implantes con frecuencia salen al mercado sin haber sido revisados por la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA), dice Lisa McGiffert, directora del Proyecto del Paciente Seguro (Safe Patient Project) de Consumer Reports. Y todos los principales fabricantes de rodillas y caderas han tenido que retirar un producto en la última década, dice.

Cuando se retira un dispositivo implantado, con frecuencia el costo del reemplazo corre por cuenta de los pacientes y de su seguro, no del fabricante del dispositivo. La cirugía correctiva tiende a costar más y a tener menos éxito que la original. También puede dar lugar a estadías más prolongadas en el hospital y a cirugías adicionales después de la de correción. McGiffert argumenta que los implantes de rodilla y cadera deben traer una garantía. Hasta que eso suceda, tienes que hacer tu tarea:

Pregunta si el dispositivo que el cirujano usa se retiró en algún momento y de ser así, ¿cuál fue la razón? No es una pregunta sin sentido, dice McGiffert: A veces se utilizan dispositivos ya retirados. También debes averiguar de qué está hecho el dispositivo. (Por lo general están hechos de aleaciones de metal, cerámica o plástico). Además, pide la documentación del dispositivo, incluyendo el fabricante, el nombre del modelo y los prospectos del producto. Guarda la información con tus expedientes médicos.

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