Enamorada como adolescente… a los 50

Experta asegura que es real y explica que cuando se da, se disfruta más

“Quererse no tiene horario ni fecha en el calendario cuando las ganas se juntan”.

Así versa a popular canción “Caballo Viejo”, del compositor venezolano Simón Díaz, cuya letra es toda una oda a ese amor que se experimenta durante la etapa de la madurez con la misma emoción e intensidad que se dio durante ese primer amor que se tuvo en la adolescencia.

Y es que como dice la coach de vida Elena Burnett, experta en relaciones de parejas, con consultorio en Los Ángeles, cuando el amor de adolescente se da en la tercera edad éste es tan real como el que se experimenta en los años mozos.

Con el paso del tiempo, y los desencantos amorosos, es posible que muchas personas se tornen un tanto cínicas en llegar a pensar en volver a enamorarse con la misma intensidad que experimentaron con su primer amor de la adolescencia”, explica Burnett. “Pero, en realidad, dentro de cada uno de nosotros sigue existiendo el espíritu adolescente. Y, cuando no se siente, lo que ocurre es que quizás se ha dormido”.

Este adormecimiento se da, por lo general, en las personas que han estado involucradas en relaciones amorosas malsanas o numerosos rompimientos sentimentales. Pero, como asegura la coach de vida, “uno no puede perder la ilusión de volver a relucir y brillar plenamente, aun cuando la llama del amor pueda que tenga una fecha de caducidad”.

El amor siempre reverdece

El amor es una ilusión.Y que mejor explicación que la que nos da el psicoterapeuta Thomas Moore, en su libro ‘Almas Gemelas’, en el que de una manera sutil nos informa que ‘el amor tiene la capacidad de sacarnos de nuestro mundo cuerdo y transportarnos a un mundo más inocente, donde uno básicamente se permite dejarse llevar libremente, denota Burnett.

“Cuando uno encuentra el amor sea la edad que sea, uno reconecta con la persona que uno es o nunca dejo de ser, quizás el mejor antídoto para recobrar las ganas de seguir luchando sea dejarse amar. Una tarea que no es fácil, porque sí que es cierto que con la edad, puede que nos volvamos más rígidos mentalmente, pero el corazoncito sigue latiendo en la edad madura”, agrega la experta.

Y lo interesante es que cuando se da el amor de adolescente a la edad madura, “uno lo disfruta incluso más, ya sea porque no se lo espera o porque finalmente se da uno el permiso de sentirlo haciendo caso omiso a los estigmas de la sociedad o familiares o incluso a nuestros propios conflictos internos”.

Un amor  más real

Aunque no se crea, en muchas de las personas que encuentran por primera, segunda o tercera vez el amor de adolescente en la tercera edad se da el nerviosismo, las palpitaciones desaforadas del corazón y las mariposas alborotadas en el estómago.

Y es que como explica Burnett,el amor no cambia, pero nos cambia”. Es decir que cuando se da, “la euforia que sentimos, así como la intensidad del momento, es abrumadora”.

“Definitivamente, cuando nos enamoramos, nos encontramos bajo la influencia de ciertos químicos que son los responsables de nuestro estado de agitación mental, física y  emocional”, explica. “Este proceso puede llegar a durar tres años como bien explica la Dra. Pat Allen [terapeuta de parejas] con la que estudié por años. El cuerpo después de ese periodo parece que de manera voluntaria regresa a su estado normal, por así decirlo, porque no puede permitirse estar bajo ese estado adictivo por mucho más… Así que el entusiasmo, el nerviosismo y las palpitaciones aceleradas también se dan”.

Las ventajas

Se dice que el amor de adolescente durante la madurez trabaja como una inyección de juventud ya que la persona goza con intensidad cada momento.

El no tener reparo de  cometer algunas de las locuras que a veces se dan en los enamorados adolescentes —como es el caso de bailar sobre una mesa o quedarse a dormir en la playa— es otra ventaja que se da cuando el amor de adolescente se revive en la tercera edad.

Igualmente se refleja una mejoría de la salud mental, física y emocional, debido a que la persona mayor está feliz y desea vivir con intensidad cada momento lo más que pueda.

Si la relación no funciona

De acuerdo a Burnett, los hombres y las mujeres maduras sufren de manera diferente cuando una relación amorosa no funciona.

Aunque todo depende de la persona en cuestión, la experta asegura que “sí es cierto que los hombres con la edad pueden sufrir más un desencanto amoroso e incluso tardar más en recuperarse que una mujer entrada en edad,  ya que la hormona del amor [la oxitocina] vive literalmente en el corazón del hombre en su madurez plena mientras que en el caso de la mujer, la hormona reside en toda ella las veinticuatro horas del día, especialmente cuando se está en los veinte, treinta, cuarenta…

“El factor hormonal, juega un papel importante, aunque reitero que cada caso es único y dependerá de otros factores. Incluso se da el caso de mujeres que aparentemente eran muy fuertes y seguras de ellas mismas, hasta que las maripositas se despiertan y bueno sale la parte vulnerable de la persona. Así que hay que arriesgarse ya sea para alegrarse uno el alma o para entablar una relación en la segunda etapa de la vida. ¡Qué mejor excusa que la de amar y dejarse amar una vez más a la edad madura, si es que el amor se da!”, concluye la coach de vida.

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