Demócratas usan “Obamacare” como arma electoral para 2018
El partido quiere recuperar la mayoría de al menos de una de las Cámaras
WASHINGTON.- La pelea por el futuro de “Obamacare”, ofrece a los demócratas, apoyados por grupos progresistas, una oportunidad de recuperar el control del Congreso en 2018, aprovechando la baja popularidad del presidente Donald Trump y el apoyo popular hacia la reforma sanitaria.
Durante el receso legislativo de dos semanas, los demócratas elaboran estrategias para tratar de recuperar al menos una de las dos cámaras del Congreso en los comicios de 2018, cuando se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.
Los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes en 2010 gracias a la labor del movimiento conservador “Tea Party” contra “Obamacare” pero, siete años más tarde, ahora son ellos los que se cuidan la espalda mientras reactivan las negociaciones entre bambalinas para eliminar “Obamacare”.
Los demócratas apuestan a que la baja popularidad de Trump, el desencanto con sus políticas, y las investigaciones del Congreso y del Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016, les ayude a generar un mayor entusiasmo entre su base, tanto en donaciones como en participación en las urnas.
La tasa de aprobación de Trump se ha mantenido muy por debajo del 50% y solamente subió en los últimos días al 43% tras su campaña de ataques aéreos en Siria, según una encuesta de CBS News entre 1,006 adultos.
En general, el partido gobernante suele perder escaños en los comicios legislativos de mitad de término, aunque los demócratas necesitarían una ganancia neta de 24 escaños para hacerse con el control de la Cámara Baja. Eso también dependerá de quiénes ganen en las elecciones especiales de este año en varios estados.
El Comité para Campañas Demócratas del Congreso (DCCC, en inglés), ha puesto la mira en varios escaños clave para el próximo año, incluso el de la legisladora republicana del distrito 10 de Virginia, Barbara Comstock, que ha estado en manos republicanas desde comienzos de la década de 1980.
En declaraciones a este diario, el portavoz hispano del DCCC, Javier Gamboa, dijo que los ciudadanos ven con alarma “la insensata agenda” de los republicanos, “que favorece a las grandes corporaciones y a los súper ricos, por encima de las necesidades de los estadounidenses que trabajan duro”.
“En los foros comunitarios y en las marchas, la gente está enardecida y lista para exigir cuentas a los republicanos por sus políticas insensatas. El DCCC está tomando pasos sin precedentes para asegurar que esos ciudadanos preocupados permanezcan involucrados hasta el día de las elecciones” en 2018, afirmó Gamboa.
Otro “round” en el cuadrilátero de “Obamacare”
Los republicanos regresaron a sus distritos electorales sin visos de poder ganar el debate sobre la anulación de “Obamacare”, una meta que permanece en limbo y es una de las promesas electorales de Trump.
La oficina del presidente de la Cámara Baja, el republicano Paul Ryan, se mantiene optimista de que podrá lograr un nuevo acuerdo, pero reconoció que aún no tiene los 216 votos necesarios para aprobar la legislación que surja.
Por ahora, los cambios realizados a la medida presentada el pasado 6 de marzo no resuelven las disputas ni parecen convencer a los miembros del llamado “Freedom Caucus”, el mismo grupo de conservadores que torpedeó el primer intento.
La treintena de conservadores del “Freedom Caucus” quiere, por ejemplo, que se elimine un reglamento de “Obamacare” que exije a las aseguradoras dar cobertura médica a personas con condiciones médicas pre-existentes, y otro que les prohíbe cobrarles más por un seguro.
Pero el resto del liderazgo republicano no apoya ese tipo de concesiones, consciente de que un cambio semejante sería perjudicial para muchos votantes de su base, en particular los adultos mayores.
Así, las negociaciones siguen en un punto muerto, aún con las amenazas que hizo Trump de entorpecer la reelección de los legisladores del “Freedom Caucus”.
Progresistas al ataque
Diversos grupos progresistas han iniciado esfuerzos para ayudar a sus aliados demócratas en el Congreso, con asambleas populares, mitines políticos y otros actos de protesta en los distritos electorales durante el receso.
Su argumento es que lo que corresponde es corregir los problemas de “Obamacare”, en vez de desmantelar por completo un sistema que ha dado cobertura a unos 20 millones de estaodunidenses, incluyendo poco más de cuatro millones de hispanos.
El grupo ““Save My Care” lanzó una petición en defensa de “Obamacare”, además de una campaña de más de un millón de dólares en anuncios televisivos contra siete legisladores republicanos en distritos vulnerables en Arizona, California, Colorado, Florida, y Nueva Jersey, y que apoyan anular “Obamacare”.
Un anuncio contra el congresista David Valadao, del distrito 21 en California, señala que la anulación de “Obamacare” dejaría sin cobertura a 60,100 personas y aumentaría las mensualidades en un 20% en su distrito.
El llamado Fondo de Acción del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP) ha lanzado esta página web como una “guía de bolsillo” para diversos actos de “resistencia” contra republicanos que apoyan anular “Obamacare”.
La guía ofrece a los votantes una lista de 43 congresistas republicanos en distritos electorales clave en Arizona, California, Ohio, Florida, Texas, Virginia, Virginia Occidental, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, y Washington, e ideas del tipo de mensajes que pueden enviarles a través de Facebook.
“Unanse a la resistencia, porque, ahora que el presidente Trump está perjudicando la vida de las personas por todas partes, debemos ir con todo”, asegura un mensaje en esa página.
La fórmula para los demócratas, y grupos progresistas como “Emily´s List”, parece depender de una combinación de factores, incluyendo un sentimiento “anti-Trump”, el aprovechar los tropiezos de la Administración, y movilizar a los votantes en torno a asuntos como “Obamacare”.
