Dolores Huerta insta a los latinos a votar y a construir “muro de resistencia” contra Trump

La cofundadora del sindicato "United Farm Workers" (UFW), ícono de la lucha por el "poder popular”, promueve en Washington el primer documental sobre su vida y obra

WASHINGTON.- La lucha por la justicia social y el “poder popular” han sido la “hoja de ruta” que ha guiado sus pasos, acompañando a los campesinos en California en las décadas de 1960 y 1970, o a los “Dreamers” en la “era de Trump” y ahora, la líder sindicalista, Dolores Huerta, insta a los latinos a votar en 2018 y construir un “muro de resistencia” contra las políticas de la Administración Trump.

En entrevista con este diario, Huerta afirmó que los hispanos deben convertir sus reclamos por la justicia social y económica “en acción y votos” en los comicios legislativos de 2018.

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“Tenemos mucho trabajo que hacer. Creo que los ataques (del presidente Donald) Trump en contra de la gente latina, en contra de los inmigrantes, especialmente los mexicanos, en realidad le van a costar, si no ahora, en el futuro, y le va a costar al Partido Republicano”, advirtió Huerta.

Para Dolores, las luchas de ahora por los “Dreamers” son solo un eslabón más en la lucha por los derechos civiles de los inmigrantes.

“Creo que los estudiantes de DACA se van a quedar aquí, porque la mayoría del pueblo americano los apoya… hay 15 gobernadores demócratas que han demandado a la Administración por violar los derechos civiles” de los Dreamers, observó.

Aunque ahora la batalla por el DACA se ha trasladado al Congreso, Huerta cree que también los latinos tienen que tener “valentía” para exigir un cambio.

“La valentía que necesitamos es de nuestra propia gente, porque tenemos millones de personas que se pueden hacer ciudadanos, y no lo hacen; tenemos millones de personas latinas que pudieran votar, y no lo hacen… tenemos que aprovechar el momento, si no lo hacemos, no debemos de quejarnos”, enfatizó.

A su juicio, la prioridad para el 2018, cuando se renovará toda la Cámara de Representantes  y un tercio del Senado, es apoyar a legisladores o candidatos progresistas que avancen una agenda de ascenso social para los hispanos.

Por otra parte, Huerta dijo que, pese a los retos,  los hispanos tienen mucho que celebrar durante el “Mes de la Herencia Hispana”,  incluyendo su “cultura, valores, compasión, y cooperación”.

Huerta, de 87 años, es la única mujer ícono del movimiento por los derechos de los campesinos, los inmigrantes y las familias trabajadoras en EEUU, y es protagonista del primer documental sobre su vida, titulado “Dolores”, que ganó un premio en esa categoría en el prestigioso festival de Sundance el pasado 20 de enero y en otros cinco festivales de cine.

Dolores Huerta press conference (1975). Courtesy of Walter P. Reuther Library Archives of Labor and Urban Affairs Wayne State University

Huerta viajó desde California a Washington para el estreno del filme en la capital estadounidense el próximo viernes, luego de que se presentara también en Nueva York y Los Angeles (California) los pasados 1 y 8 de septiembre, respectivamente.

El documental de 98 minutos, producido por el cantautor mexicoamericano Carlos Santana,  el cineasta Peter Bratt, y el hermano de éste,  el actor Benjamin Bratt, es fruto de una labor que comenzó hace cinco años y se apoya extensamente en material de archivo con líderes de los movimientos por los derechos civiles y de la mujer para narrar la historia de “Dolores” como madre de once hijos, líder sindicalista, y activista comunitaria.

https://www.facebook.com/doloresthemovie/videos/1914647502131022/

Quienes la conocen aseguran que Huerta, además de ser una “leyenda viviente” con trascendencia histórica, encarna las luchas de una “súper mujer”, tomando en cuenta que su activismo a favor de leyes para el bienestar y los derechos humanos de los campesinos le robó valioso tiempo en familia.

También le costó arrestos y una paliza a manos de la policía, pero Huerta supo que el echar su suerte con los desfavorecidos sería una apuesta a muy largo plazo.

Para Bratt, ya era hora de que los libros de Historia, la opinión pública, y en especial los jóvenes, conocieran los logros y sacrificios de Huerta en pos de reformas fundamentales para los trabajadores, aún cuando eso despertó celos, críticas, sexismo y falsas acusaciones de negligencia familiar,  allí mismo, en el seno del movimiento sindicalista.

Huerta se ha labrado un lugar en la Historia, y el documental es un tardío pero oportuno reconocimiento a su labor en el marco de las celebraciones del “Mes de la Herencia Hispana”, según activistas.

El mensaje hilvanado a través del documental, sin duda, es que el “poder del pueblo” mueve montañas, y que la única respuesta a los retos de la comunidad latina es, precisamente, el grito de guerra que acuñaron Huerta y César Chávez en las décadas de 1960 y 1970 al fundar juntos, en 1962, el primer sindicato de campesinos en EEUU: “Sí se puede”.

Anoche, en una hacinada terraza del edificio que alberga al sindicato de electricistas “IBEW”, y con el Capitolio a sus espaldas, Huerta arengó al público a luchar por los derechos de los inmigrantes en la “era de Trump”, y  crear un “muro de resistencia” contra sus políticas.

A cada pregunta de “¿Qué tipo de poder queremos?”, el público le contestaba “poder popular”,  y  juntos repetían al unísono “sí se puede”.

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