Sed mundial por energía limpia

OpEd de Javier Sierra quien es columnista del Sierra Club.

Basta de destruir el planeta.

Basta de destruir el planeta. Crédito: Getty Images

¿Qué le parecería que toda su familia tuviera que lavarse con la misma agua, o tener que purificar aguas cloacales para lavar la ropa o no poder usar más de 13 galones diarios?

Estas y otras medidas extremas tuvo que poner en práctica Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, para evitar literalmente quedarse sin agua, debido a la peor sequía de su historia. Por fortuna la determinación de las autoridades y la disciplina de sus habitantes evitó semejante catástrofe.

Ciudad del Cabo no es una excepción. Varias megalópolis del mundo corren el mismo riesgo de quedarse sin agua, incluyendo Ciudad de México, Londres y Tokio. Y la causa común que intensifica esta escasez es la crisis climática, desatada fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles.

Phoenix, AZ, —considerada la ciudad menos sostenible del planeta— es una seria candidata a convertirse en la Ciudad del Cabo de Estados Unidos. Con una media anual de menos de ocho pulgadas de lluvia, la mayoría de su suministro de agua proviene del Lago Mead, a 300 millas de distancia. Y pese a tener uno de los peores ejemplos de desparrame urbano en pleno desierto, Phoenix no cuenta con ningún plan de ahorro de agua.

El planeta nos está advirtiendo seriamente que tenemos que cambiar de rumbo. Y eso es precisamente lo que están haciendo más de 50 ciudades en Estados Unidos que se han comprometido a obtener toda su energía eléctrica de fuentes limpias y renovables. Estas incluyen ciudades con gran representación hispana, como San Francisco, San Diego, San José, Orlando y Atlanta. Además, Los Angeles, la segunda mayor ciudad del país, ya ha dado los pasos iniciales para este compromiso limpio.

Esta revolución está triunfando pese a los esfuerzos de la administración Trump de favorecer la caduca energía sucia. FirstEnergy Solutions, una de las mayores compañías eléctricas del país, suplicó a la administración que le concediera un subsidio para evitar la bancarrota y continuar operando sus obsoletas plantas carboneras y nucleares, las cuales no pueden competir con fuentes limpias más baratas y eficaces.

El público en general favorece esta crucial revolución. Una encuesta del Sierra Club en cinco estados mostró un decidido apoyo —especialmente entre los hispanos— a generar la energía limpia.

Del total de hispanos encuestados en Colorado, Michigan, Ohio, Virginia y Pennsylvania, el 79% apoya un pleno de energía limpia y renovable para 2030. El 70% del total de encuestados hispanos dijo que favorecería a un candidato que defendiera esta revolución verde. Y dos terceras partes de los encuestados hispanos opinaron que estas metas son “realistas”.

Es un ejemplo más de la sed mundial por energía limpia y renovable.

Javier Sierra es columnista del Sierra Club. Sígalo en Twitter @javier_SC

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