Hubo un día, el 16 de octubre de 1993– en que la ‘Reina del Soul’ Aretha Louise Franklin, fallecida este jueves en Detroit, Michigan, hizo llorar a todo un estadio de beisbol.
Fue en el antes SkyDome -hoy Rogers Centre– de Toronto durante el primer juego de la Serie Mundial de 1993 entre los Blue Jays y los Phillies de Philadelphia.
Acompañada de tres coristas que al final sólo intervinieron lo elemental, Aretha hizo gala de su potente voz y regaló una de las mejores interpretaciones del himno de Estados Unidos que se recuerde en la historia del Clásico de Otoño.
18 años después, en 2011 y ya con un diagnóstico del Cáncer de Pancreas que al final le quitó la vida, Aretha se volvió a parar en el diamante para interpretar el himno durante un juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana entre los Tigres de su natal Detroit y los Rangers de Texas, pero más se recuerda su legendaria intervención en el SkyDome.