Bush padre promulgó ley que sentó el andamiaje para más visas legales en EEUU

Bush padre siempre valoró las contribuciones positivas de los inmigrantes en EEUU, según expertos

Los índices de aceptación de Bush padre en la presidencia alcanzaron el 90%.

Los índices de aceptación de Bush padre en la presidencia alcanzaron el 90%. Crédito: Getty Images

WASHINGTON— El fallecido presidente George H.W. Bush es recordado hoy por su estilo pragmático y su multilateralismo pero entre las medidas más contundentes de su gobierno está la promulgación del “Acta de Inmigración” de 1990,  que en su momento la mayor reforma migratoria y sentó el andamiaje para más visas legales en EEUU.

Bush padre falleció la noche del viernes a los 94 años y desde hoy y hasta el miércoles, autoridades locales, estatales y federales se suman a un funeral de Estado en Washington y Texas, como tributo a su obra y figura.

Los tributos dan fe del largo historial de servicio público de Bush, quien fue piloto de la Navy durante la Segunda Guerra Mundial, vicepresidente bajo la presidencia de Ronald Reagan, y el presidente “número 41” de EEUU, entre 1989 y 1993.

El patriarca de la dinastía Bush cosechó numerosos logros en política exterior –figura fue indispensable para sepultar la “Guerra Fría” con la antigua Unión Soviética y lograr la reunificación de Alemania- aunque no estuvo libre de críticas por la Guerra del Golfo entre 1990 y 1991.

A nivel nacional, también dejó su marca con la promulgación de una ley que expandió los derechos de los discapacitados en sitios públicos, además de la promoción de la reforma educativa.

Una singular reforma migratoria

Expertos consultados hoy por este diario añaden otro hito en la presidencia de Bush padre: la promulgación del “Acta de Inmigración” de 1990, cuatro años después de la “amnistía” que firmó Reagan para legalizar a alrededor de tres millones de inmigrantes indocumentados.

El propósito de esa ley, que fue aprobada de forma bipartidista –con 85 votos a favor en el Senado, algo que sería una rara colaboración bipartidista ahora- era responder a las necesidades del cambiante mercado laboral en EEUU, poniendo énfasis en el ingreso de inmigrantes con base a sus destrezas laborales y niveles de educación.

Según Alex Nowrasteh, analista del Instituto Cato, la ley de 1990 fue una de las más significativas del siglo 20, porque “liberalizó la inmigración de trabajadores con destrezas laborales”, incrementando de paso la inmigración legal de Asia, el Medio Oriente y el Africa subsahariana.

“Esta ley tuvo más impacto en Estados Unidos que cualquier otra de las acciones de Bush”, afirmó Nowrasteh.

Por su parte, Maribel Hastings, asesora del grupo “America´s Voice”,  recordó que cuando Reagan promulgó la “amnistía” de 1986, Bush ya era un líder que abordaba el tema de inmigración con visión “pragmática, humanitaria y bipartidista”.

Esa visión quedó demostrada con la firma del “INA” de 1990, “que aumentó los niveles de inmigración documentada a Estados Unidos” y se apoyó en el proyecto de ley del senador demócrata por Massachusetts, Ted Kennedy”, dijo Hastings.

Muzaffar Chishti, director de la oficina en Nueva York del Instituto para Política Migratoria (MPI), enfatizó que, al menos los últimos 50 años, las veces que EEUU ha adoptado medidas pro-inmigrantes, éstas han sido promulgadas por presidentes republicanos, “y cuando hemos tenido restricciones migratorias, han sido realizadas por demócratas”,

La ley de 1990 sentó el andamiaje del sistema de selección de inmigración actual, “porque incrementó la inmigración legal drásticamente al expandir el ingreso de inmigrantes con destrezas laborales”, precisó.

Así, el ingreso a EEUU de poco más de un millón de inmigrantes con visas de residencia permanente, o “green card”,  es producto de la ley de 1990, como también lo fue la puesta en marcha del programa de “Estatus de Protección Temporal” (TPS), según el experto.

Aunque el presidente Donald Trump ha insistido en que el Congreso apruebe una reforma que permita el ingreso a EEUU en base a “méritos” de los inmigrantes, la diferencia respecto a Bush padre es que éste dejó intacto el sistema de visas para la reunificación familiar.

“Trump quiere reducir drásticamente el número de visas concedidas a familias, pero Bush dejó sin cambios el sistema de visas por vínculos familiares, sólo le añadió lo de las visas laborales. Es una diferencia filosófica”, apuntó Chishti, quien elogió que Bush valoró las contribuciones positivas de los inmigrantes en este país.

Aunque la legislación de 1990 inicialmente impuso un límite al número de visas inmigrantes, comenzando con un techo de 700,000 para los años fiscales entre 1992 y 1994, también garantizó un aumento paulatino en años futuros. La medida también excluyó a familiares inmediatos de ese límite anual.

El Congreso no ha modificado sustancialmente el sistema de inmigración desde la adopción de esa ley. Desde 1990, el número y porcentaje de inmigrantes admitidos en EEUU por sus destrezas laborales ha incrementado pero de forma modesta.

Según el MPI,  en 2014, los inmigrantes con destrezas laborales conformaron apenas el 15% de todos los extranjeros admitidos a EEUU con la residencia permanente, en comparación con el 9% en 1990.

Dejó huella en América Latina

Por su parte, Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, hizo hincapié en que ningún análisis del legado de Bush padre estaría completo sin mencionar que el exmandatario tenía un estilo de liderazgo único, siempre consultando a sus pares en América Latina.

“Así fue precisamente como comenzaron los acuerdos comerciales entre EEUU y México, y después con Canadá”, y  Bush tomó en cuenta la petición del entonces presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, de liberalizar más el comercio, recordó Shifter.

Todo aplauden su visión respecto a la Guerra Fría, pero “su visión también se vio reflejada en América Latina”, con su apoyo a las elecciones y los procesos de paz en Nicaragua y El Salvador, subrayó Shifter.

Pese a que la invasión de EEUU de Panamá en 1989 para destituir al gobierno de Manuel Noriega generó gran controversia, Bush era un férreo defensor del multilateralismo, lo que le ganó elogios en la región.

“Es bastante notable cuánto logró la Administración Bush en su política exterior hacia América Latina en un solo mandato”, puntualizó Shifter.

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