Jefe de CBP defiende uso de gases lacrimógenos contra migrantes en la frontera

Kevin McAleenan insistió en que no existe una política de lanzar gases lacrimógenos contra mujeres y niños, pero los agentes están autorizados a usarlos ante situaciones de peligro

El 25 de  noviembre, la Patrulla Fronteriza lanzó gases a un grupo de inmigrantes que intentó cruzar la frontera.

El 25 de noviembre, la Patrulla Fronteriza lanzó gases a un grupo de inmigrantes que intentó cruzar la frontera. Crédito: Getty Images

WASHINGTON — Al describir la “crisis” en la frontera sur, el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), Kevin McAleenan, justificó este martes el uso de gases lacrimógenos contra migrantes que intentaba cruzar la frontera el mes pasado, y prometió compartir los resultados de una investigación en curso.

Durante una audiencia del Comité Judicial del Senado, la primera desde el ataque del pasado 25 de noviembre cerca del puerto de entrada de San Ysidro (California), McAleenan defendió bajo juramento las acciones de su agencia, y aseguró que el incidente está bajo “revisión”.

McAleenan prometió que la investigación será “transparente” y la compartirá con el Congreso.

Preguntado por el presidente del Comité, Chuck Grassley, sobre la situación en el área, McAleenan dijo que sus agentes afrontaron “una situación dinámica y desafiante, sin duda”, porque “más de mil migrantes” marchaban hacia el sector de “El Chaparral”, en el lado mexicano de la frontera, e iniciaron un “caótico intento” por cruzar hacia EEUU.

Defiende medidas contra “agitadores”

Bajo los protocolos de la CBP sobre el uso de la fuerza, se permite el uso de gas pimienta y de gases lacrimógenos para responder a “conducta de asalto o incluso actos de resistencia, como ciertamente ocurrieron” esa fecha, explicó el funcionario.

Creo que es remarcable, senador, que nuestros agentes pudieron resolver la situación sin lesiones serias a ningún migrante, sin una brecha seria en la frontera por parte de un gran grupo de migrantes. Creo que se hizo de forma muy profesional y vamos a tomar lecciones aprendidas de esta revisión y las aplicaremos en el futuro”, aseguró.

McAleenan insistió en que la CBP no tiene una política de atacar a madres y niños, y que los gases lacrimógenos fueron usados para dispersar a los “agitadores que lanzaban piedras”.

Pero la senadora demócrata por California y de mayor rango en el Comité, Dianne Feinstein, lanzó duras críticas contra la Administración, destacando las imágenes que muestran a madres y niños, algunos en pañales, huyendo de la nube de gases.

Preguntado por Feinstein sobre si en el pasado la CBP ha usado gases lacrimógenos contra madres y niños,  McAleenan afirmó que hace casi cinco años, la agencia los usó contra grandes grupos que también intentaban ingresar ilegalmente, y esos grupos también incluyeron a mujeres y niños.

Sólo que la Administración, que suele compararse con la Administración Obama para justificar o magnificar sus medidas, hasta ahora no ha divulgado detalles o imágenes de semejantes incidentes.

“Aunque la meta pudo haber sido dispersar a una multitud que intentaba cruzar la frontera, se perjudicó a niños en el proceso. Así es que debemos trabajar juntos para procurar que esto no ocurra de nuevo”, dijo Feinstein.

Asimismo, McAleenan precisó que EEUU afronta “claramente tanto una crisis de seguridad fronteriza como humanitaria” pero “hay soluciones a esta crisis y muchas tienen amplio apoyo”, como el apoyar a los países de Centroamérica con sus retos de seguridad, y al nuevo gobierno  de México al responder a la crisis.

McAleenan también repitió que muchos inmigrantes indocumentados se quedan en EEUU aunque no tengan un caso de asilo legítimo, y precisó que solo el 1.5% de las familias centroamericanas detenidas durante el año fiscal 2017 han sido deportadas.

“La percepción de que nuestro sistema les permitirá quedarse acá indefinidamente” es uno de los factores que abonan la emigración ilegal hacia EEUU, además de las condiciones “desafiantes” en sus países de origen, subrayó el funcionario.

Barreras ideológicas

Como casi siempre en el ámbito migratorio, la audiencia adquirió un tono partidista, con recriminaciones mutuas entre demócratas y republicanos sobre cómo responder a la crisis en la frontera.

Feinstein criticó el despliegue de más de 5,400 soldados en activo en la frontera sur como un plan “costoso, ilegal e innecesario”, y que de hecho ya ha costado $72 millones.

Feinstein urgió la aprobación de su proyecto de ley, “Keep Families Together Act”, que evitaría la separación de familias en la frontera sur, como ocurrió de forma sin precedente entre abril y junio pasados en respuesta a la política de “tolerancia cero” de la Administración Trump.

La medida permitiría la separación de niños de sus padres solo si éstos ceden sus derechos de custodia o si son un peligro para el bienestar del menor, y aunque ya tiene 49 copatrocinadores, no está claro que sea aprobada en el Senado.

Por su parte, Grassley afirmó que el aumento tanto en los cruces ilegales como en incidentes en la frontera en los últimos años subrayan la urgencia de aumentar el personal y los recursos tecnológicos para resguardar la seguridad en la zona.

Sólo en el año fiscal 2018, que concluyó en septiembre pasado, las autoridades registraron 390,000 arrestos, y en los primeros dos meses del año fiscal 2019, ya han arrestado a 102,000, precisó el presidente del Comité.

Grassley respaldó la solicitud de McAleenan de que el Congreso apruebe fondos para ampliar el personal y los recursos tecnológicos en la frontera sur, incluyendo un “sistema de muro fronterizo” a lo largo de un tramo de 1,100 millas en la zona.

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