¿Existe la alergia hacia la leche?

La alergia a la leche es una realidad. Así como las otras alergias, ella inicia cuando nos exponemos a ciertos estimulantes, tiene un determinado cuadro sintomático, y responde a ciertos tratamientos. Aquí nos enfocaremos en explicar algunos aspectos relevantes.

¿Qué es la alergia a la leche?

La alergia a la leche es una reacción alérgica del cuerpo a ciertos componentes que incluye la leche. Las personas con este tipo de alergia a menudo son alérgicas no solamente a este líquido, sino también a sus derivados. Es un tipo de alergia alimentaria común en niños.

La leche de vaca es la desencadenante más común para la alergia a la leche, pero la reacción puede iniciar también por exposición a la leche de búfalo, cabra, oveja y de otros mamíferos.

Signos de la alergia a la leche

La reacción alérgica infantil motivada por la leche suele ser lenta. Los síntomas pueden iniciar horas o incluso días más tarde a la exposición. Entre los síntomas con desarrollo lento tenemos los siguientes:

Erupciones en la piel

Calambres estomacales

Heces acuosas

Diarrea

Tos

Ojos llorosos

No obstante, algunos síntomas pueden presentar un desarrollo acelerado que pueden apreciarse en cuestión de segundos u horas. Estamos hablando de:

Urticaria

Vómitos

Náuseas

Picazón alrededor de los labios

Sibilancias (sonido silbante durante la respiración)

Alternativas a la leche

Existen alternativas alimenticias a la leche para evitar las reacciones alérgicas. Hablaremos de dos de ellas

Fórmula de proteína de soya

En cuanto al perfil nutricional, esta alternativa es la más cercana a la leche de vaca. No ha de utilizarse para bebés menores de 6 meses de edad, y debe determinarse de antemano la tolerancia.

Leche materna

Para los bebés, la leche materna es la alternativa más segura de leche de vaca. No obstante, hay que indicar que una madre que consuma leche de vaca puede transferirle estas proteínas a sus hijos a través de la leche materna.

Como hemos visto, de a cuerdo a mayoclinic.org, la alergia a la leche sí existe y merece ser abordada con la misma seriedad que otras afecciones alérgicas.