¿Qué harán los desempleados en Chicago sin los $600 semanales de ayuda federal?
Personas que han perdido su trabajo a causa del covid-19 temen no llegar a fin de mes tras expirar el beneficio especial
La crisis económica provocada por la pandemia de covid-19 ha hecho que miles de personas en Chicago se queden sin trabajo.
José Torres es uno de los trabajadores desempleados que ha recibido ayuda federal de $600 semanales establecida por la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus (CARES) promulgada el 27 de marzo. Él trabajaba en una organización en Chicago.
Los $600 semanales resultaron un alivio para Torres porque le ayudaba a pagar sus necesidades básicas y otras facturas.
Sin presagiar que ocurriría la pandemia, Torres decidió formar la empresa de transportes Chimex Transportation en enero de este año. Junto a sus dos socios trabajaba dando servicio de transporte a escuelas e Iglesias los fines de semana.
Llevaban a estudiantes a paseos, al cine y a otras actividades recreativas y a la gente de las Iglesias a peregrinaciones, retiros y visitas a la catedral, pero a causa del covid-19 todas esas actividades se cancelaron y se quedó sin ingresos.
“Estaba muy contento porque mi negocio empezaba bien, pero después se vino la pandemia, me cancelaron todos los viajes. Entonces no tenía ningún ingreso y luego vino la ayuda federal y pues fue un gran alivio”, dijo Torres en entrevista con La Raza.
Torres no era elegible para obtener el estímulo federal para los pequeños negocios porque su empresa recién empezaba a operar, pero sí calificó para el beneficio federal $600 por semana por su antiguo trabajo.
Este emprendedor tiene tres ómnibus los cuales paga mensualmente y ahora que se agotó esa ayuda federal dice que tendrá que batallar más para buscar ingresos porque no quiere perder sus vehículos de transporte.
No le gusta estar con los brazos cruzados ni depender del gobierno, dice Torres aunque le preocupa que la propuesta de reducir el apoyo federal a $200 semanales sea aprobada. “No estoy atenido a lo que el gobierno quiera hacer, pero sí necesitamos ayuda definitivamente”. Y agregó que en estos tiempos de pandemia es momento de reinventarse. “Tenemos que ser creativos y que esta crisis en lugar de que sea algo que nos detenga sea algo que nos impulse”.
Hay que crear oportunidades laborales, dice Torres, y está ofreciendo sus servicios de consultoría a pequeños negocios locales. “Básicamente oriento a los emprendedores a cómo seguir operando los negocios a pesar de la pandemia y cómo ser más creativo”.
“La gente quiere trabajar, pero no hay trabajos”
Ante la ola de despidos a causa de la pandemia, miles en Chicago quedaron desempleados. Para ellos, el alivio federal de $600 por semana que se ofrece desde marzo, adicionales al beneficio de desempleo del estado de Illinois de hasta $484 semanales, resultó ser un ‘salvavidas’ que les ha permitido llegar a fin de mes. Ahora que el fondo federal expiró a fin de julio, sus beneficiarios dicen que su futuro financiero es incierto.
Eso podría significarles hambre, desalojos y quiebras.
Unas 600,000 personas recibieron en Illinois beneficios de desempleo a principios del mes de julio, indicó el Departamento de Seguridad Laboral de Illinois (IDES).
Según economistas de la Universidad de Chicago los $600 semanales han permitido que alrededor de dos tercios de las personas elegibles para cobrar un seguro de desempleo ganen más de la ayuda por desempleo que lo que percibían como salario.
Líderes comunitarios y activistas locales dicen que mientras la Casa Blanca y legisladores demócratas y republicanos discuten sobre la ayuda federal y llegan a un acuerdo, muchos de los desempleados no podrán cubrir sus necesidades básicas con solo la ayuda estatal que se obtiene por desempleo, lo que significa que podrían tener dificultades para pagar por la comida, hipoteca, renta y otras facturas.
Legisladores republicanos apoyan reducir la ayuda de emergencia a $200 por semana porque aseguran que dar más dinero es alentar a que los desempleados no busquen empleo porque obtienen más del desempleo que en sus antiguos trabajos.
Los líderes demócratas están rechazando esa cantidad, porque la consideran demasiado poca en tiempos de pandemia y quieren que se extiendan los pagos de alivio federal.
Pero para la clase trabajadora los $600 semanales han sido la diferencia entre mantenerse a flote y la ruina.
Gustavo Saberbein, analista económico, dijo que los $600 semanales, que al mes significaba unos $2,400, se han usado mayormente para cubrir necesidades básicas como el pago de hipoteca, renta, alimentación, servicios públicos y facturas médicas, lo que permitía al beneficiario seguir a flote. Que eso ya no se otorgue resulta perjudicial para los trabajadores desempleados y para la economía del país. Ese impacto se va sentir también en Chicago, indicó.
“Sin los $600 semanales se caerá la demanda de alimentos y los agricultores y ganaderos se verán perjudicados. Aumentará la pobreza”, advirtió Saberbein en entrevista con La Raza.
Si se aprueba la propuesta republicana de $200 semanales, esa reducción sería mezquina e inmisericorde para Saberbein. “El reducirlo sería perjudicial para la economía. La economía de Estados Unidos y de Illinois se beneficiará si es que se prolonga ese beneficio de $600 semanales como mínimo tres meses renovables dependiendo de cómo evolucione la economía”.
Según los defensores de los derechos de los trabajadores, la pandemia del coronavirus ha provocado que muchos empleadores no contraten personal, despidan empleados y a los que mantienen en sus puestos de trabajo les están dando menos horas y días de trabajo.
Ante la pregunta que si considera que los $600 semanales incentivan a las personas desempleadas a no buscar trabajo, Saberbein dijo que no hay una gran oferta de trabajos. “Todo el mundo sabe que las empresas se están reestructurando con el fin de trabajar a domicilio y con menos personal. Muchos trabajadores están siendo desempleados. La gente quiere trabajar, lo que pasa es que no hay trabajos”, remató.
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