Siete aprendizajes sobre el coronavirus que arrojan algo de luz en medio de subida de casos

Se están desarrollando varias vacunas con resultados que invitan prudentemente al optimismo

La mejora de las pruebas ha ayudado a contener el virus.

La mejora de las pruebas ha ayudado a contener el virus. Crédito: ETIENNE LAURENT | EFE

Después de unos seis meses de convivencia con el nuevo coronavirus, los científicos y expertos médicos han llegado a un conocimiento de la enfermedad que permiten un atisbo de optimismo en unos días en los que tanto la cifra de muertes COVID-19 como la de contagios aumenta a ritmo acelerado en Estados Unidos.

Vacuna

La candidata de la Universidad de Oxford y AstraZeneca ha comenzado la fase 3, previa a la aprovación de emergencia que permitirá probar su seguridad y eficacia en 50,000 voluntarios de Reino Unido, Brasil, EE.UU. y Sudáfrica. En EE.UU., la compañía de biotecnología Moderna comenzó este mismo lunes la fase 3 para su vacuna candidata. China también desarrolla dos que también están en esa fase. Expertos coinciden en que será necesario tener varias vacunas para agilizar la disponibilidad en la población general.

Tratamientos

Aunque aún no existe una cura para el coronavirus, sí se han hecho avances en algunas terapias. Joseph G. Alle, profesor de salud pública de la Universidad Harvard destacaba hace dos semanas en The Washington Post que los científicos han diseñado clones de los anticuerpos que generan personas que han contraído la enfermedad COVID-19. Estos clones podrían ser efectivos como tratamiento y como prevención, aunque no se sabe hasta cuándo puede tener su función protectora.

Conocimiento

Tras meses de enfrentamiento a un enemigo hasta hace poco desconocido, ya se tiene más información sobre cómo se comportan tanto el virus SARS-CoV-2 como la enfermedad que este provoca, COVID-19. De esta forma, no solo se han podido regular políticas públicas y medidas de seguridad sino que también el personal medico y sanitario cuenta con más experiencia.

Mascarillas

La comunidad científica y las autoridades públicas han llegado a un consenso sobre la efectividad de cubrirse boca y nariz, que al principio generaba dudas. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump instó la semana pasada a llevar mascarilla. Lo hizo desde una sesión informativa con marcado enfoque electoralista, pero es la primera vez que lo hace públicamente y que se le ha visto a él mismo con la cara cubierta. Robert Redfield, director de la red de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) afirmó el 14 de julio que la pandemia podría controlarse “si lográramos que todos usen mascarillas”.

Mutación ‘lenta’

A pesar de que el coronavirus sí ha mutado, no lo ha hecho a gran velocidad como ocurre, por ejemplo, con la influenza. El profesor Nick Loman, de la Universidad de Birmingham, dijo que la cepa actualmente mayoritaria es más contagiosa pero no ha variado la letalidad del virus. Esta velocidad relativamente lenta de mutación favorece el desarrollo de la vacuna.

Pruebas

La mayor accesibilidad a las pruebas y su mejora han hecho que se pueda hacer un seguimiento más exhaustivo de los contagios y que, por tanto, sea más factible contener la propagación del virus. Además, también ha habido innovación en cuanto al tipo de test que, por ejemplo, arrojan resultados más rápidos. La Administración Federal de Medicamentos (FDA) aprobó hace algo más de una semana el sample pooling, que permitirá hacer la prueba a varias personas con un solo test.

Niños

Los casos graves en menores sigue siendo prácticamente anecdótico. La mayor parte de ellos se recupera satisfactoriamente en caso de contagiarse con el virus y presentar síntomas, según destaca Univision en un artículo. Si los niños puede o no transmitir el virus y en qué medida lo hacen continúa siendo una incógnita. Resolverla podría ser decisivo para el regresos a los salones con el comienzo del curso escolar.

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