Un día en el Maxwell Street Market de hoy
Con esfuerzo y dedicación negocios mexicanos progresan en el legendario mercado de Chicago
El reloj no marcaba ni las 12 del mediodía, y ya se dejaba sentir el calor en Chicago, tanto que a Rodolfo Castillo se le metió entre ceja y ceja tomar un par de aguas frescas y de paso, almorzar antes de comprar su mercadería, en Maxwell Street Market de la calle Desplaines, en South Loop.
En pleno mercado se alcanzaba a ver de lejos un letrero de un negocio de aguas frescas que decía: “Páguele a la jefa gracias”. Fue allí donde Rodolfo compró sus refrescantes bebidas.
“Ayer fue cumpleaños de mi hija, lo festejamos, solo dormí tres horas, pero no podía dejar de venir, aquí solo venden los domingos y yo llevo mercadería con la que surto mi tienda de botanas y compro una que otra chuchería’”, contó Castillo, a la vez que hacía una larga cola para comprar tacos en el restaurante mexicano Rubi’s.
“Vale la pena esperar, aquí se preparan los mejores tacos del mercado”, opinaba Rodolfo, quien mientras hablaba con La Raza, la fila crecía más y más.
Negocios hispanos, en su mayoría mexicanos, fueron los que predominaban ese domingo: taquerías, heladerías, artesanías mexicanas, ecuatorianas, comercio de antigüedades y hasta ropa de segunda de militares se puede encontrar en ese bazar al aire libre.
Con el calor que hizo ese día, más de un citadino se probaba, regateaba y compraba lentes de sol, en ese puesto como en otros, la clientela que compraba era hispana, anglosajona, afroamericana, asiática y europea.
Un hombre buscaba una silla de ruedas para su madre pero le pedían $40 dólares por ella. No la compró porque quería una más nueva, dijo. En ese negocio también vendían bicicletas y patines.
No faltó un negocio que vendía ropa importada como vestidos, faldas, blusas en cuya etiqueta decía: Hecho en la India. También tenían inciensos y perfumes de los más exóticos que aromatizaban al legendario bazar de Chicago.
La Catrina, cuadros, adornos mexicanos atrajeron más de una mirada, incluso la curiosa parrilla ‘Hot Mexican Weber’, no pasó desapercibida.
Acompañados con la imagen de la virgen que colgaron en su vehículo estacionado, vendedores vendían objetos como linternas, guantes, candados, clavos, tornillos, llaves inglesas y un largo etcétera.
Para alegrar el ambiente infaltable fue la música, en un puesto se escuchaba en la radio cumbia, en otro bachata, pero a lo lejos un músico tocaba blues que bien lo podía transportar a New Orleans con la melodía, pero no, porque una señal de acero le recordaba a uno que estaba en Maxwell Street Market, en Chicago.
Aquel domingo caluroso estuvo también la fundación Maxwell Street Market, en su puesto contaban con de libros, pinturas, cuadros, fotografías, videos y otros recursos, para educar a la comunidad de Chicago sobre la historia de ese antiguo mercado Maxwell Street en la Ciudad de los Vientos.
Exitosa fábrica de churros
Los esposos Irma y José Covarrubias, de 64 años, no paraban de atender la larga fila de clientes que tenían en su negocio de churros en Maxwell Street Market.
Según Irma Covarrubias, de 60 años, ese domingo se vendió cerca de 2,000 churros, con sabores de fresa, vainilla, chocolate y sin relleno. “A la gente les gusta nuestros churros porque son frescos y se preparan al momento”.
Irma contó que en ese mercado empezó su negocio. “Era una ‘traila’ pequeña así empezamos en 1996, cuatro años después abrimos el primer establecimiento en Pilsen y de ahí se abrieron otros más”.
“Todo surgió después de que se compró una máquina de churros, mi esposo la trajo de México para Chicago, se estuvo batallando mucho para aprender cómo hacer los churros en la máquina, hasta que vino una persona de México y nos enseñó cómo usarla”, señaló la empresaria, de cuatro hijos.
De 1996 a la fecha, la Fábrica de Churros o ‘Churros Factory’ se expandió abriendo establecimientos en Kenosha, en Logan Square, Pilsen, Navy Pier, Wesfield Chicago Ridge Mall, y en Maxwell Street Market, este último es un camión ambulante.
La mujer hizo hincapié que tanto su esposo Ramón como ella ahora solo están dedicados al negocio de churros del camión ambulante en ese mercado al aire libre. “Mis hijos están en las otras tiendas, es que ya son de mis hijos, ellos son los que se encargan de lo que ocupan en esos negocios”.
De Joliet su botanas
La guerrerense Vicky Avilés visitó por primera vez ese mercado al aire libre junto con su hija, se detuvo en el puesto de botanas de Santiago García y le compró porque le gustó su producto.
Así como Avilés, varios clientes pasaron y compraron habas, cacahuates, garbanzos y mangos enchilados, los cuales también venían cuidadosamente empaquetados.
Pero, ¿qué de especial había en esas botanas?, Santiago fue contundente: “Son botanas mexicanas, frescas, hechas en mi casa, en Joliet”.
Santiago contó que entre semana cocinó toda la botana que preparó para vender ese domingo, y como todo vendedor se propuso que toda la mercadería que llevó sea vendida ese día.
Frida Kahlo y Diego Rivera en Mármol
Desde el puesto de Alejandro Gavilán se alcanza a mirar imponentes los rascacielos de Loop. Gavilán está instalado en el estacionamiento de las oficinas administrativas del centro de permisos de Maxwell Street Market. Vende antigüedades, discos de antaño, joyería, monedas y unas pequeñas piezas de mármol en las que descansan las figuras de Frida Kahlo y Diego Rivera.
Estas piezas de arte de mármol las empezó a trabajar en 1998, “antes de que se hiciera una película a Frida Kahlo, pero cuando ésta fue estrenada, fue una ventaja para mí porque ya más gente sabía quiénes eran y así puede vender más”, dijo Gavilán a La Raza.
Según Alejandro, originario de Morelos, su trabajo se ha vendido en la tienda de artesanías del Museo de Arte Mexicano en Pilsen, y también dijo que ha participado en distintos festivales locales.
En cuanto a ganancia, este artista mencionó que cada domingo es distinto, “hay domingos que se vende más, te va súper bien, pero hay otros que no, todo es variable”.
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Ubicación del mercado al aire libre
Maxwell Street Market se ubica en el 800 S. Desplaines St., en Chicago. Solo domingos de 7 am a 3 pm. Entrada libre.
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Sus inicios
Legendario mercado al aire libre de Maxwell Street de Chicago, fundado por inmigrantes Judíos de Europa del Este en la década de 1870, según reportes