Sessions a los indocumentados: “Esta es la era de Trump”

El fiscal general aseguró hoy en Arizona que “se acabó la fiesta” para los inmigrantes indocumentados

WASHINGTON.- Al advertir a los inmigrantes indocumentados que “esta es la era de Trump”, el fiscal general, Jeff Sessions, anunció este martes medidas para recrudecer la “criminalización” de quienes ingresan ilegalmente a EEUU, y a quienes los transportan o les den refugio.

Sessions hizo el anuncio sin tapujos al visitar la frontera entre Arizona y México, uno de los sitios que durante décadas ha sido un punto de cruce de inmigrantes indocumentados.

Para quienes continúan intentando una entrada inapropiada e ilegal en este país, están advertidos: Esta es una nueva era. Esta es la era de Trump”, afirmó Sessions, tras reunirse con autoridades de Inmigración en el sector de Nogales (Arizona).

Su advertencia sirvió como un “se acabó la fiesta” para los inmigrantes indocumentados, y para quienes intentan ayudarlos porque, según indicó, la Administración Trump ha puesto punto final a las prácticas del pasado de “arrestar y soltar” a quienes violan las leyes migratorias.

“Esto es lo que sucede cuando tienes a un presidente que entiende la amenaza, que no teme a identificar públicamente la amenza y hacerle frente, y que deja claro a las autoridades policiales que el liderazgo de su país finalmente les guarda la espalda”, enfatizó Sessions.

Para disuadir la inmigración ilegal, Sessions dijo que ha instruido a los 94 fiscales federales en todo EEUU a que den prioridad al procesamiento de ofensas “criminales” en el área de inmigración.

A partir de hoy, los fiscales deberán procesar judicialmente y encarcelar a personas que transporten o alberguen a inmigrantes indocumentados que, según Sessions, se ha convertido en un gran negocio en la frontera.

Así, en la mira de los fiscales federales estarán, por ejemplo, los que más se benefician del negocio ilícito: contrabandistas que ayudan a pandilleros a pasar por la frontera, que ayudan a criminales convictos a reingresar al país, y que “asedian” a quienes desconocen los peligros ocultos en la odisea hacia el Norte, dijo.

El también fiscal general usó palabras duras contra las pandillas criminales, a las que describió como una “basura”,  y acusó de convertir a las ciudades y suburbios en “zonas de guerra”.

Sin embargo, en su discurso, no hizo mención alguna de los inmigrantes que precisamente piden refugio en EEUU y huyen de la violencia de las pandillas y de amenazas de muerte en Centroamérica, temas que serán el plato fuerte de una próximo conferencia regional sobre seguridad fronteriza este verano en Florida.

Además, aunque el ingreso ilegal en EEUU es una ofensa civil menor, si una persona es deportada y reingresa –o intenta regresar- ilegalmente al país, ésta ahora afrontará cargos por delito grave, conocido en inglés como “felony”.

Los indocumentados que regresen ilegalmente tras ser deportados serán enjuiciados con delitos graves, especialmente si las autoridades tienen indicios de que “pertenecen a una pandilla, son un riesgo para la seguridad pública, o tienen un historial criminal”, precisó Sessions.

Quienes reingresan ilegalmente ya son prioridad para la deportación. Hace unas semanas, Sessions también dijo que ampliaría un programa policial del Departamento de Justicia para agilizar la deportación de criminales extranjeros en cárceles federales.

Apretando aún más las tuercas contra los inmigrantes indocumentados, el memo de Sessions instruye a  los fiscales a presentarles cargos de fraude por el uso de documentos falsos, matrimonios falsos en busca de “papeles”, y “robo de identidad”.

El “robo” o usurpación de identidad, en el que una persona se hace pasar por otra usando documentos falsos o robados, acarrea una sentencia carcelaria mínima de dos años en prisión.

Sessions señaló que ha ordenado a las 94 oficinas de los fiscales federales que dé prioridad al enjuiciamiento de personas que ataquen a un agente policial federal, de tal manera que lo paguen con la cárcel.

Para hacer cumplir estas prioridades establecidas en un nuevo memorándum, Sessions indicó que cada fiscal deberá designar en su distrito, a más tardar el próximo 18 de abril,  a un subfiscal como “coordinador de seguridad fronteriza”, con el propósito de elaborar las respuestas policiales de sus respectivas oficinas.

Por otra parte, Sessions dijo que el Departamento de Justicia contratará a unos 125 jueces de Inmigración adicionales en los próximos dos años -50 este año y 75 en 2018- , para ayudar a agilizar la montaña de casos retrasados en los tribunales migratorios en todo el país.

Sessions hizo el anuncio al inicio de una visita por Nogales, un tramo de 70 millas en la frontera entre Arizona y México.

Según datos de la Patrulla Fronteriza, la de Arizona registró el arresto de unos 65,000 inmigrantes indocumentados en el año fiscal 2016 –una baja sustancial de casi la mitad, respecto a 2012-, mientras que en los últimos años el fenómeno de la inmigración ilegal se ha desplazado y concentrado más en el área del Valle del Río Grande, en Texas.

Aunque la Administración Trump insiste en que heredó “un desastre” en la frontera, la realidad sobre el terreno es distinta, y la baja en el número de arrestos en marzo pasado refleja, según líderes demócratas, el trabajo que EEUU ha hecho con México y los países del “Triángulo del Norte” para disuadir la emigración ilegal desde Centroamérica.

Las medidas anunciadas hoy no causaron sorpresa entre grupos defensores de los inmigrantes, que desde comienzos de año han venido advirtiendo de que la Administración Trump se está ensañando con grupos vulnerables, incluso con testigos y víctimas de crímenes que acuden a los tribunales.

La visita de Sessions a la frontera se produjo en unos momentos en que la Administración Trump presiona al Congreso a que autorice los fondos para iniciar la construcción de su prometido muro fronterizo este verano.

Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), David Lapan, dijo hoy a un reducido grupo de medios, incluyendo este diario, que hay suficientes fondos para la primera fase del megaproyecto, en la que centenares de compañías preparan “prototipos” o diversas versiones del muro.

En paralelo a la visita de Sessions a Arizona, el presidente Donald Trump tenía previsto reunirse hoy con el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, en lo que Lapan describrió como una reunión rutinaria que ambos sostienen dos veces al mes.

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