¿Qué tipo de trabajadores quieren las empresas?

De la misma manera que hay trabajos que ya no existen (¿Ascensoristas?¿Operadores de telefonía?) el mercado laboral evoluciona en lo que pide a sus trabajadores y lo que las estadísticas apuntan es que los empleadores están contratando a más trabajadores para que hagan tareas no rutinarias.

Esta es la conclusión de los economistas Maximiliano Dvorkin y Hannah Shell, según ha publicado la Reserva Federal de S. Louis.

Trabajos como como los de managers, servicios profesionales o cuidados personales son algunos de los que de forma continuada han visto sumar empleos mes tras mes y en todos ellos se hacen tareas no rutinarias, ya sean cognitivas (intelectuales) o manuales, como cocineros, venta al por menor o atención al cliente.

Los trabajos de tipo rutinario, como la construcción y las manufacturas además de las ventas o servicios administrativos, están teniendo un menor ratio de crecimiento, un ritmo inferior al 1%.

Los trabajos que más crecen, los cognitivos no rutinarios, exigen criterio, toma de decisiones independiente en momentos de incertidumbre y conflicto, creatividad e incluso imaginación a varios niveles dependiendo del trabajo. Normalmente no están supervisados diariamente.

Es por ello por lo que se está haciendo más énfasis en la necesidad de educar en estos conceptos a las nuevas generaciones, el pensamiento crítico y la creatividad, y se valoran los curriculums en los que haya experiencias que verifiquen que se tiene experiencia en resolver problemas.

¿Hasta cuándo va a ser así?

La automatización  está reemplazando y desplazando mucha mano de obra para funciones rutinarias pero es posible que el avance de la tecnología llegue a muchos más campos. Según un informe elaborado por la Casa Blanca en diciembre pasado, “los trabajadores con menor nivel de educación tienen más posibilidades de ser reemplazados por la automatización que los más educados”.

Ahora bien. Aunque los trabajos no rutinarios sean los más seguros y mejor pagados, el mismo informe explica que los avances en inteligencia artificial pueden llegar a competir con los trabajos en los que las capacidades humanas se han mantenido más competitivos hasta ahora.

El lugar de trabajo, cambiará mucho en apenas décadas.