Se reúne con su familia después de 13 años en prisión por un delito que no cometió

Nunca hay que perder la fe y confiar en los principios de uno mismo

Después de 13 largos años, Lamar Johnson, de 33 años, finalmente salió de la cárcel y volvió a saber lo que es ser libre.

En 2004, Lamar fue arrestado, acusado de asesinato y condenado a cadena perpetua. Pero Lamar sabía que era inocente. No había evidencia de que fuera culpable, pero se le había identificado erróneamente como delincuente.

Lamar sufrió por su situación. Él sentía que no era justo, por supuesto, y quería estar en casa con su familia. En la cárcel, se encontró con un cartel para el Proyecto de Inocencia del Medio Atlántico. La organización ayuda a reinsertar y eliminar los antecedentes de los reclusos que son inocentes de cargos, y decidió escribirles una carta.

Un equipo de abogados se reunió rápidamente, sabiendo que podían ser para Lamar la diferencia entre una sentencia de vida injusta y la libertad.

Tardó años, pero Lamar finalmente fue capaz de caminar bajo la luz del sol y reunirse con su familia. Todo el tiempo que estuvo en la cárcel, su madre nunca perdió la fe, y cuando vio a su hijo libre, dio gracias por ello.

Lamar dice que aunque él era inocente del crimen, tampoco era un ángel. En la cárel, se sacó el título GED, y ahora que se ha demostrado su inocencia, va a continuar su educación.

Siempre es posible rehacer la vida y construir un mejor camino, no importa los obstáculos que haya que superar.

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