Exfuncionarios en seguridad nacional exigen corrección de informe que vincula terrorismo con inmigración 

Trump ha utilizado los datos del erróneo informe para justificar algunas de las medidas más polémicas de su política migratoria

Un reporte del gobierno sobre "terrorismo" habría sido manipulado para respaldar la idea que liga inmigración con peligro para Estados Unidos (Foto: archivo)

Un reporte del gobierno sobre "terrorismo" habría sido manipulado para respaldar la idea que liga inmigración con peligro para Estados Unidos (Foto: archivo) Crédito: SAUL LOEB | Getty Images

WASHINGTON— Un grupo de 18 exfuncionarios y expertos en seguridad nacional ha pedido a la Administración Trump que corrija un informe de enero pasado que incorrectamente vincula al terrorismo con la inmigración, en unos momentos en que el gobierno insiste en la criminalización de inmigrantes.

En una carta enviada ayer  al fiscal general, Jeff Sessions, y a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen,  los 18 exfuncionarios, que trabajaron para gobiernos demócratas y republicanos, señalaron que el polémico informe propaga mitos que dan la falsa impresión de que los extranjeros son responsables de la mayoría de los ataques terroristas en suelo estadounidense.

“En general, el informe parece diseñado a dar la engañosa impresión de que los inmigrantes  -e incluso sus familiares que son ciudadanos-, son responsables de la vasta mayoría de los ataques terroristas que han ocurrido en Estados Unidos, mientras que estudios estadísticos y nuestra experiencia no han demostrado una correlación identificable entre lo ´extranjero´ con activistas terroristas en los últimos 15 años”, señaló la misiva de nueve páginas.

Agrupados bajo el paraguas del Instituto de Abogacía y Protección Constitucional (ICAP) del Centro Legal de la Universidad Georgetown, los exfuncionarios advirtieron de que informes como el difundido en enero más bien pueden perjudicar los esfuerzos antiterroristas de EEUU y “agravar el miedo y la división que los terroristas intentan crear”.

El informe divulgado el pasado 16 de enero por los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional dijo que 402 de los 549 individuos condenados bajo cargos de terrorismo desde los atentados del 9/11 son extranjeros.

Es decir, cerca de tres de cada cuatro de los implicados en actos terroristas entre el 11 de septiembre de 2001 y el 31 de diciembre de 2016, fueron extranjeros, según ese documento.

En la misiva, los exfuncionarios precisaron que si se eliminara de las cifras a los ciudadanos estadounidenses, el resultado sería que “menos de la mitad de los acusados o condenados de infracciones relacionadas con el terrorismo internacional en ese período específico fueron, de hecho, nacionales extranjeros”.

El presidente Donald Trump solicitó el informe cuando emitió la segunda versión de su “veda musulmana” en marzo de 2017, con el propósito de averiguar cuántos “nacionales extranjeros” han sido acusados de terrorismo en este país.

La “veda musulmana”, que fue impugnada en los tribunales, prohíbe el ingreso a EEUU de inmigrantes de seis países con mayorías musulmanas.

El problema es que el informe fue más allá de lo solicitado por Trump e incluyó a acusados nacidos en el extranjero, una categoría más amplia que abarcó también a ciudadanos naturalizados

Ninguna de las agencias ha corregido el error pese a que grupos de la sociedad civil presentaron una demanda contra el gobierno en California y Massachusetts para exigir una corrección o retracción del documento.

Los tribunales bloquearon las demandas por considerar que sus argumentos eran “subjetivos”, pero los grupos presentaron ayer una apelación.

Los exfuncionarios divulgaron la carta para apoyar las demandas de los grupos cívicos, al insistir en que, en vez de pintar una imagen negativa y errónea de los extranjeros, la Administración debería centrarse en aquellos que se radicalizan ya estando en territorio nacional.

Las oficinas de Sessions y Nielsen no han respondido a una solicitud de comentario de este diario.

En declaraciones a este diario, Alex Nowrasteh, analista del Instituto Cato, afirmó que “la amenaza de terroristas nacidos en el exterior es pequeña”, y la posibilidad de morir en un ataque terrorista en EEUU a manos de un extranjero “es de cerca de uno en 3,8 millones por año entre 1975 y 2017”. 

“Solo podemos hacerle frente a la amenaza terrorista si entendemos la naturaleza de esa amenaza y no la exageramos”, advirtió.

Entre los 18 firmantes de la misiva figuran Rand Beers, exsubsecretario de Seguridad Nacional; James Clapper, exdirector nacional de Inteligencia; Joshua Geltzer, exdirector sénior para asuntos antiterroristas del Consejo de Seguridad Nacional, y Matthew Olsen, exdirector del Centro Nacional Antiterrorista.

Trump se ha apoyado en los datos del informe para justificar o conseguir un mayor apoyo a las medidas policiales contra los inmigrantes indocumentados, y para reducir la inmigración legal.

Otros miembros de su Gabinete, entre éstos Sessions y Nielsen, también han intentado equiparar a los inmigrantes con los criminales.

Sessions, además, instruyó a los fiscales de la nación a perseguir la criminalización de todos los cruces ilegales, y emitió restricciones en el proceso de asilo y para refugiados.

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