Un nuevo estudio revela que las personas están haciendo mal uso de los antibióticos

Si alguna vez has tenido un resfriado con tos que te mantiene despierto durante la noche o has padecido de infecciones dolorosas del tracto urinario que se repiten regularmente, es posible que hayas tenido la tentación de simplemente tomar los antibióticos que guardas desde el año pasado en tu botiquín. O, quizá le pides a un amigo o familiar algunas pastillas.

Los médicos recomiendan no tomar los medicamentos sin una receta vigente, debido a que numerosos estudios a lo largo de los años han encontrado que usar antibióticos de forma incorrecta puede ser riesgoso. 

Actualmente, una nueva revisión de 31 estudios previos, publicada hoy en la revista Annals of Internal Medicine, sugiere que el uso indebido de antibióticos podría ser común entre algunas personas.

¿Qué tan común es? “Los estudios fueron tan diferentes en términos de poblaciones de estudio que no pudimos establecer un promedio, pero los números oscilaron entre el 1% en una clínica de atención primaria y el 66% entre los trabajadores migrantes”, dice la autora principal del estudio, Larissa Grigoryan, MD, PhD, profesora asistente de medicina familiar y comunitaria en Baylor College of Medicine en Houston.

Esta noticia es preocupante, dice Vance Fowler, MD, especialista en enfermedades infecciosas de Duke University Hospital en Durham, N.C., quien no formó parte del estudio.

“Muchas personas no necesitan estos medicamentos”, comenta. “Al tomarlos, aumentan el riesgo de experimentar efectos secundarios, algunos de ellos peligrosos, y desarrollar resistencia a los antibióticos.” (La resistencia a los antibióticos puede hacer que algunas bacterias sean menos propensas a responder a los medicamentos y que algunas infecciones sean mucho más difíciles de curar).

Aquí te decimos lo que debes saber sobre esta investigación y cómo usar los antibióticos de manera segura.

Lo que el estudio encontró

Para averiguar qué tan común es el uso de antibióticos sin receta en los Estados Unidos, los investigadores revisaron los estudios publicados y no publicados realizados en una amplia variedad de entornos y poblaciones.

Entre ellos se incluyen las salas de espera de los centros de atención de urgencias y salas de emergencia, clínicas para el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, encuestas telefónicas e incluso una cárcel del condado. 

Eventualmente, los investigadores se concentraron en 31 estudios. “Uno de los escenarios más comunes fue el de las personas que usaban los sobrantes de las recetas o se las pedían a un amigo o familiar”, dice Barbara Trautner, MD, PhD, profesora y directora de Investigación de Servicios Clínicos y de Salud en Baylor y otra autora del estudio.

Por ejemplo, una encuesta realizada en Internet en 2018 con la participación de 496 padres encontró que de casi la mitad de los que conservaban los antibióticos sobrantes de sus hijos, el 73% se los dio a un hermano o un niño o adulto fuera del núcleo familiar. (Consulta nuestro informe en antibióticos en los niños).

En otro de los estudios que el equipo revisó, una cuarta parte de los pacientes en las clínicas de atención primaria informaron que tenían la intención de usar antibióticos sin una receta.

Además, “en ciertos vecindarios hispanos o latinos, es fácil tener acceso a antibióticos en los mercados de pulgas y bodegas, o se pueden obtener antibióticos de un pariente que los obtuvo en otro país, donde se venden sin receta”, comenta Trautner.

Algunos hallazgos fueron más inusuales. Los investigadores encontraron el caso de una persona que usaba un antibiótico que obtuvo de un veterinario; en otro caso, alguien usó un antibiótico de penicilina para peces que compró en una tienda de mascotas, dice Grigoryan.

¿Por qué las personas simplemente no acudieron a sus médicos para que les extendieran una receta? La falta de seguro médico, el costo de las consultas médicas, las preocupaciones por la falta de trabajo y la vergüenza de recibir tratamiento por enfermedades de transmisión sexual se encuentran entre las razones más frecuentes que se reportan.

“Tratan de lidiar con problemas de salud que requieren soluciones rápidas, y  por la razón que sea no pueden ir con un médico”, dice Trautner.

Los riesgos del uso indebido de antibióticos

Hay varias razones para evitar este uso de antibióticos autorecetados. La efectividad, o la falta de esta, es una. “Descubrimos que las personas a menudo tomaban antibióticos para tratar resfriados virales, lo cual no ayuda en estos casos”, dice Trautner. Los antibióticos son útiles solo para infecciones bacterianas.  

Y si tienes una infección bacteriana, los antibióticos que tienes en casa podrían ser del tipo o dosis incorrectos para tu afección. “Si crees que tienes neumonía, un antibiótico para una infección del tracto urinario no va a ayudar a tus pulmones”, dice Trautner. Incluso si es el antibiótico y la dosis correctos, es posible que no tomes la cantidad necesaria de píldoras para tratar adecuadamente tu infección.

Además, algunos antibióticos pueden tener efectos secundarios graves. Por ejemplo, la clindamicina aumenta el riesgo de una infección por  C. difficile al destruir las bacterias intestinales buenas que mantienen a las dañinas bajo control. Y, sin la supervisión de un médico, es posible que no te des cuenta de que la diarrea aguada que experimentas es un signo de esta infección, dice Fowler.

Algunos antibióticos, como la tetraciclina, podrían causar daño renal si los tomas después de que hayan expirado. Los antibióticos también pueden interactuar con otros productos con receta o de venta libre que tomes, incluidos los suplementos. Sin la supervisión de tu profesional de atención médica, no lo sabrás.

Por último, si compras antibióticos en línea o “sin receta” en, por ejemplo, un mercado de pulgas local, no puedes estar seguro de lo que recibes. “Podría ser un antibiótico, o podría ser algo completamente diferente, no hay forma de saberlo”, dice William Schaffner, MD, especialista en enfermedades infecciosas de Vanderbilt University School of Medicine en Nashville.

Luego, está la creciente amenaza de resistencia a los antibióticos, que puede hacer que los medicamentos se vuelvan inútiles cuando realmente los necesites. “Siento un miedo real cuando receto antibióticos, incluso para cosas rutinarias como una infección del tracto urinario, porque no sé si van a funcionar”, dice Trautner. “Cada vez vemos más y más cepas de bacterias resistentes a los medicamentos”.

3 pasos para usar antibióticos de forma segura

• No compartas ni tomes antibióticos sobrantes. Tira a la basura los antibióticos viejos que tengas en tu botiquín, para que no los utilicen de manera inapropiada.

• Consulta a tu médico si crees que tienes una infección que puede ser bacteriana. Tu proveedor de atención médica puede hacer un chequeo completo y recetarte los medicamentos apropiados. Si necesitas un antibiótico, pregúntale a tu médico si el medicamento es el tratamiento de primera línea recomendado para tu infección.

• No tomes estos medicamentos si no los necesitas. “Si tu médico dice que solo tienes un resfriado, no presiones para que te recete un antibiótico”, dice Schaffner. Además de los resfriados, muchas enfermedades comunes, como dolor de garganta, infecciones de los senos nasales y conjuntivitis, son causadas por virus y desaparecen por sí solas.

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