Mujer pierde más de la mitad de su peso para poder tener un bebé

Tasha, que ahora espera su segundo bebé, dice que su pérdida de peso valió la pena porque así puede tener a la familia que anhelaba

Bajó de peso para poder tener un bebé.

Bajó de peso para poder tener un bebé. Crédito: Tasha Frampton

A Tasha Frampton, de 36 años, le dijeron que necesitaba perder peso de manera drástica o no podría cumplir su sueño de quedar embarazada.

Desde bien pequeña, y también en la adolescencia, Tasha luchó contra la báscula, pero no era nada exagerado. Fue a partir de cumplir los 20 años que comenzó a acumular libras de más.

Y aumentó de peso muchos más después de casarse.

“Estaba feliz y no tenía cuidado con lo que comía”, admite Tasha, según refleja el periódico The Mirror.

Sin darse cuenta, a medida que se acercaba a los 30, había subido a una talla 22 y pesaba más de 120 kilos.

Pero había una razón por la que Tasha recurrió a la comida. Un problema que le preocupaba en exceso le llevó a comer de forma ansiosa.

‘Aproximadamente un año después de casarnos, mi esposo Ross y yo comenzamos a tratar de tener un bebé y no podíamos”, recuerda.

Su gran sueño de formar una familia se veía entonces como una meta imposible de lograr.

“Lo intentamos durante unos cinco años y pensamos que nunca iba a suceder. Nos hicieron todo tipo de pruebas, pero los médicos nunca pudieron encontrar una razón médica por la que no pudiera quedar embarazada”, explica en detalle.

Tasha había intentado perder peso en el pasado, pero no creía que su tamaño fuera un problema a la hora de tener un bebé.

Según confiesa, tiene amigos de su mismo tamaño que habían tenido niños, así que, ¿por qué no podría tenerlos ella ? No veía por qué su peso era un problema.

Finalmente, después de casi perder la esperanza de tener la familia que anhelaban, Tasha y Ross decidieron probar la FIV, la inseminación artificial.

Sin embargo, Tasha quedó en estado de shock cuando los médicos le dijeron que necesitaba perder peso antes para que el procedimiento funcionara.

“Probé dietas antes pero nada había funcionado. Sin embargo, esta vez estaba tan decidida y totalmente enfocada que fue distinto. Tenía un buen motivo para cambiar mis hábitos alimenticios”.

Tasha solía saltarse el desayuno, pero luego comía un paquete de patatas fritas cuando se ponía a trabajar. También comía mucho pan blanco, salsas, bebidas azucaradas y chocolates. Su dieta era muy perjudicial para su salud.

Todo cambió desde que le dijeron que debía bajar de peso para quedar embarazada.

Le tomó más de un año, pero Tasha logró perder casi la mitad de su peso corporal. Consiguió pasar de una talla 22 a una talla 10. Este cambió significaba que por fin podría comenzar el tratamiento para quedar embarazada

Fue agotador, pero todo su arduo trabajo no valió la pena. Después de su primer ciclo de tratamiento, finalmente había llegado el día de averiguar si había funcionado.

“Nos dijeron que hiciéramos la prueba en una fecha específica y esto fue todo. Esperamos juntos, mirando el palo fijamente hasta que el resultado apareció en la pequeña ventana. Descubrir que estaba embarazada fue abrumador y sorprendente: estaba en la luna. Nos abrazamos, fue muy emotivo”.

Sin duda, perder peso fue bueno para su salud y le hizo sentirse bien, pero la gran recompensa le llegó al ver cumplido su gran sueño de ser mamá.

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