Hombre regala $12,000 en juguetes a niños de la comunidad pobre de Virginia donde creció
El hombre dio obsequios de buena calidad, como carritos a control remoto y bicicletas
Un hombre de la ciudad de Harrisonburg, Virginia –llamado Adam Armstrong– que creció viviendo en la pobreza decidió llevar cerca de $12,000 dólares en juguetes para regalárselos a los niños de su comunidad que viven en viviendas de bajos ingresos, de acuerdo con iHeart.
“Recuerdo que Harrisonburg era un pueblo pequeño y amigable. Recuerdo las viviendas de bajos ingresos y mucha pobreza, delitos, drogas, violencia y cosas de esa naturaleza. Cada vez que veo niños, sé que no es su culpa estar ahí”, dijo Armstrong.
Armstrong comenzó a entregar sus juguetes en la zona de viviendas Harris Gardens donde varios niños se presentaron y recibieron juguetes. La gerente de la propiedad, Sara Lewis-Weeks, pensó que Armstrong llevaría unos cuantos regalos pequeños, pero se llevó una gran sorpresa cuando el hombre llegó en un camión de 26 pies de largo y comenzó a repartir juguetes de buena calidad, como bicicletas y carros a control remoto.
“Pensaban que iban a ser un par de peluches, nada como ‘tú obtienes una bicicleta, y tú obtienes una bicicleta, y tú obtienes una bicicleta’. (Armstrong) era como un ‘Oprah’ para niños pequeños”, dijo Lewis-Weeks, recordando un episodio de Oprah en donde regala autos al público que fue a su show.
Después de entregar juguetes en Harris Gardens, fue a otros tres desarrollos de viviendas más para dar el resto de los regalos. Al terminar, le sobraron algunos regalos, mismos que donó al Ejército de Salvación, según reportó NBC News.
Armstrong recordó que, cuando era joven, pasó tres meses en la cárcel por distribuir marihuana. Pero esa experiencia fue suficiente y decidió dejar de dedicarse a negocios ilegales y enderezar el camino. Ahora, se ha convertido en un verdadero Santa Claus para su ciudad, pues realiza esta entrega de juguetes desde el año 2013.
“Ves a estos niños y les das una muñeca, o una pistola Nerf, una bicicleta, dos niños pequeños que lanzan una pelota de fútbol, y no puedes poner precio a la sensación que te da. Me considero muy bendecido”, dijo Armstrong.
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