El paso a paso de un pollo frito perfecto

Comer de vez en cuando una crujiente pieza de pollo frito es un verdadero deleite, sin embargo en muchas ocasiones es difícil lograr la textura perfecta. El pollo frito es considerado una de las comidas rápidas más consumidas en todo el mundo, se trata de un platillo sencillo y económico compuesto por trozos de carne de pollo tierno, enharinados, rebozados y posteriormente fritos. Una de sus más destacadas características es que el “empanado” le agrega una inigualable corteza exterior crujiente, misma que impide que los jugos de pollo se pierdan.

Se trata de uno de los platillos más populares y universales de la cocina mundial, que tiene antecedentes desde hace muchos años en la historia. Se tienen evidencias del inicio de las frituras en diversas culturas en el mundo, principalmente en la antigua Grecia y Roma; otras fuentes establecen que esta técnica culinaria fue creada mucho antes y lo relacionan con una costumbre milenaria china o tal vez egipcia. Posteriormente los ingleses y los escoseses fueron los responsables de extender las frituras de pollo al Nuevo Mundo. 

Esta receta surge gracias a los esclavos del Sur de Estados Unidos quiénes fueron los responsables de agregar ese auténtico y característico sabor integrando condimentos y especias. Al volverse rápidamente uno de los platillos más famosos a nivel mundial a lo largo de los años han existido diversas formas de preparar el pollo frito; cualquiera que sea tu favorita te presentamos básicos consejos para que lo cocines en la comodidad de tu hogar ¡Como todo un profesional!

Tips para el pollo frito perfecto:

1. La importancia de los ingredientes secos

Uno de los pasos indispensables para el éxito de un pollo frito radica en el sabor de la mezcla de ingredientes secos, ya que influye directamente en el sabor. Una buena recomendación es masajear el pollo con especias que llenen de personalidad tu receta; agrega sal, pimienta, paprika, mostaza y jengibre en polvo ¡Quedará delicioso! 

2. Reposo líquido

Otro paso que resulta vital es el previo reposo de las piezas de pollo en una mezcla líquida, un buen tip es utilizar leche, sal, pimienta y una cucharadita de mostaza. El tiempo de reposo también es importante, si tienes oportunidad dejarlo en el refrigerador durante toda la noche es lo mejor que puedes hacer, de lo contrario contempla mínimo 3 horas de reposo. 

3. Un buen rebozado

Un buen empanizado interviene directamente en la cocción del pollo y su textura, es importante que posterior al tiempo de reposo en la mezcla líquida, lo pases directamente en la mezcla de ingredientes secos/en polvo y lo frías al momento (no lo dejes reposando).

4. La correcta temperatura

Si cuentas con una freidora podrás tener un mayor control de la temperatura del aceite, sin embargo también puedes hacerlo en un sartén hondo y grande, siempre agregando aceite de canola o girasol completamente nuevo. Permite que se caliente a fuego medio, no dejes que se queme o humee, cuando este burbujeante y dorado agrega las piezas de pollo. Una vez listo es indispensable que escurras el exceso de grasa.