VIDEO: “Este partido lo ganamos en casa”. Líder de la barra 3252 explica cómo es la vida de los hinchas en la pandemia

LOS ÁNGELES – Julio Ramos había sobrellevado bien estas semanas de cuarentena en las que no hay fútbol hasta hace pocos días, cuando llegó su cumpleaños 40.

Hombre de puro fútbol que es uno de los líderes de la barra de aficionados del equipo LAFC, conocida como “la 3252”, Ramos tenía pensado celebrar con una fiesta.

Luego empezó la crisis de salud en Estados Unidos por el COVID-19.

“Se me hizo difícil. Yo soy una persona que dice mi madre soy pata de perro: me gusta andar de aquí para allá”, admite Ramos.

Pero Julio se llevó una gran sorpresa el día de su cumpleaños cuando otros integrantes de la 3252 se organizaron para llegar en caravana afuera de su casa, pitar en sus vehículos y dejarle regalos.

“Me trajeron pastel y como saben que me encantan los Gansitos, tengo dotación de Gansitos para todo un año”, dice Ramos acerca de los populares pastelillos.

En una charla de video vía Skype, este emblemático aficionado y animador del fútbol en Estados Unidos compartió algunas historias reveladoras de lo que hay detrás de ser líder de un grupo de animación en el fútbol, especialmente cuando el grupo al que pertenece, la 3252, se ha convertido en poco tiempo en uno de los más notables del balompié.

Durante la entrevista, Ramos expresó su enorme agradecimiento por la decisión de que el partido programado para el pasado 12 de marzo entre LAFC y Cruz Azul por los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf fuera suspendido debido al coronavirus.

“Te puedo decir luego de un mes que gracias a Dios que hicieron eso. Si nos tenemos que esperar hasta 2021 para regresar a un estadio, que así esa“, dice Ramos. “Te lo digo yo, que para mí el fútbol es una religión. Este partido lo ganamos en casa, jugando de local”.

“Sobre todo las primeras semanas fue difícil de entender, de aguantar“, dice Ramos acerca de tener que estar en casa en lugar del estadio con sus amigos y colegas hinchas. “Pero creo que a estas alturas del partido nos queda clarísimo que hay cosas  más grandes que el fútbol. Esto del COVID-19 es tan serio, que ni siquiera los dioses del fútbol nos pueden salvar“.

Ramos, nacido en Guadalajara, creció en esa ciudad mexicana literalmente bautizado por las Chivas. Revela que su papá trabajó en el entonces Club Deportivo Guadalajara por 25 años, su padrino de bautizo fue Gabriel “Nene” López Zapiain, un exjugador y auxiliar técnico del Rebaño, y él fue parte de una porra infantil del equipo rojiblanco.

Ya en Los Ángeles y tras el nacimiento de Chivas USA en 2005, Ramos rápidamente se involucró como líder de la porra del ahora desaparecido club. Años después, la franquicia del Rebaño californiano se convirtió en lo que hoy es el LAFC. “Tuvo que morir un equipo para que naciera otro”, dice.

Ramos fue parte del club aurinegro desde el primer día, siendo uno de solo dos hinchas que estuvieron presentes cuando se hizo el anuncio del nuevo equipo; él se sabe la fecha de memoria: 30 de octubre de 2014, esto es, tres años y medio antes del primer partido del LAFC.

“Estuvimos detrás de cada decisión importante que tomó el club. No yo solo, es trabajo de muchos otros”, apunta.

Más allá de su labor como uno de los líderes de la 3252, Julio Ramos se siente orgulloso de haber puesto su granito de arena en el desarrollo del fútbol en Estados Unidos, en este caso desde su truinchera de fanático.

“Lo digo con mucho orgullo y no lo digo con soberbia. Así como hay un loco como yo, hay otros muchos locos que aman el deporte“, comenta Ramos, quien conoce a muchos líderes de barras de otros equipos y que fue parte del movimiento de hinchas que dio lugar al Independent Supporters Council, organización dedicada a proteger, organizar y educar a los grupos de animación del fútbol en Estados Unidos y Canadá.

¿Por qué 3252?

Durante la charla, Julio Ramos explicó por qué el nombre de 3252 para la barra del LAFC, la cual nunca deja de cantar y alentar.

Tras varios días buscando nombre para el grupo, hubo una reunión con el club en la que les dijeron que les habían sido asignado 3,252 espacios en la tribuna norte de lo que iba a ser el Estadio Banc of California en Los Ángeles. Cuando escucharon la cifra, alguien sumó esos números, dando por resultado 12.

“Nosotros somos el jugador número 12. Fue instantáneo”, recuerda Ramos, quien revela que la inspiración de la barra fueron los aficionados del Portland Timbers, cuya pasión y color por su equipo es muy especial.

Sin embargo, Ramos señala que muchas hinchadas en la MLS aún tienen mucho camino por recorrer.

“La mayoría de las hinchadas de la MLS no han entendido que para que esto tenga un éxito, tienen que estar unidos”, comenta. “Ves con tristeza como lo que pasa en Carson (casa del LA Galaxy), que se andan peleando entre ellos, unos hacen un canto, otros hacen otro, hasta caen al punto de la ridiculez”.

Ramos, quien fue el encargado de entregarle al capitán Carlos Vela el trofeo del Supporters’ Shield de la MLS conseguido por el LAFC la temporada pasada, se siente muy orgulloso de la influencia que la 3252 ha tenido en L.A., en Estados Unidos e incluso en otros países.

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Cuando el equipo angelino visitó al León dentro de la Concachampions en febrero, la buena conducta y el entusiasmo estoico de la barra fueron muy aplaudidos por una afición del León que no tiene la mejor reputación.

Para cuando el juego ganado por el club mexicano finalizó, los propios fans locales les hicieron pasillos a los hinchas aurinegros al salir del estadio.

“De las cosas que más orgulloso me siento”, afirma Ramos, recordando que el LAFC compró 60 boletos para niños de un orfanato localizado muy cerca del estadio de León. “Ese tipo de cosas marcan una diferencia, el fútbol va más allá de la cancha”.

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