¿Pueden los niños sufrir de migraña?

La migraña siempre se ha considera un problema de adultos

migraña

Crédito: Shutterstock

La migraña afecta a los niños de forma singular, ya que los debilita y también interfiere en sus actividades cotidianas, a tal punto de que no pueden realizarlas de forma normal. Por eso, se considera la migraña como un causante del bajo rendimiento en la escuela.

Identificando el dolor

La migraña en los niños no actúa de la misma forma que en los adultos. Además, la percepción de los niños sobre este dolor es diferente, de manera que es difícil para ellos describir lo que sienten. Por eso, tenemos que prestar atención a los síntomas para poder identificarla.

Debemos tener en cuenta que las migrañas varían de intensidad y que van de moderadas a graves y las acompañan una serie de síntomas. Se desarrolla a través de una serie de eventos que se pueden producir en el transcurso de varias horas a varios días.

Cuando la migraña se produce sin aura, tiene tres fases de progreso: la premonitoria, la del dolor de cabeza y la postmigrañosa.

Cuáles son los síntomas

En la fase premonitoria surge una serie de síntomas que podría indicarnos que el pequeño podría sufrir un ataque de migraña. Tal como lo señala Karina Valeria Atchian para Mejor con Salud, estos síntomas pueden durar varias horas o un día.

Las náuseas y los vómitos, así como el dolor que se produce detrás de un ojo o de un oído, el dolor en las sienes; la aparición repentina de manchas o luces intermitentes, la sensibilidad al sonido o a la luz y la pérdida momentánea de la visión, junto con los cambios de humor y la palidez, son síntomas claros de que el niño sufrirá un ataque de migraña.

Cuando se produce el dolor, este suele afectar toda la cabeza, a diferencia de la migraña en los adultos, que afecta solo una parte. El dolor es punzante e impide que el niño realice sus actividades, incluso aquellas que son más básicas.

Tratamiento

El tratamiento lo determinará un médico. Si las migrañas son frecuentes, debes llevarlo a un especialista para que le prescriba algún analgésico que mitigue el dolor. Es posible que mande más de uno para ver cuál funciona mejor.

Tal vez el pequeño deba hacer cambios para calmar o evitar que el dolor sea frecuente. Si no duerme lo suficiente, será necesario fijarle horarios de sueño. Por las noches debe evitar la televisión y el uso de dispositivos electrónicos. Esto contribuirá a mejorar su salud.

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