Superintendente de la policía de Chicago David Brown asiste a reunión con el presidente Joe Biden que busca combatir la violencia armada
David Brown culpa en parte a los tribunales de la violencia en Chicago argumentando que los jueces y fiscales están dejando salir a demasiados sospechosos bajo fianza
El nuevo jefe de la Policía de Chicago, David Brown (der.), visita vecindarios de la ciudad para ayudar durante la epidemia de Covid-19. (Twitter/CPD) Crédito: Cortesía
Chicago.- Ante un aumento en la violencia armada en Estados Unidos la cual se ha intensificado en 2020, el presidente Joe Biden en un esfuerzo por lograr frenarla se reunió el lunes con alcaldes y agentes del orden de las principales ciudades del país.
Entre los asistentes a la reunión antiviolencia estuvo el superintendente de la policía de Chicago David Brown además de otros los líderes que se dieron cita a la sesión de la Casa Blanca el lunes por la tarde y a la que también asistió el Fiscal General de los Estados Unidos, Merrick Garland.
Al menos 40 personas fueron baleadas este fin de semana en Chicago y 11 personas murieron a causa de sus heridas, según las autoridades.
A fines del mes pasado, Biden anunció planes para enviar fondos a las ciudades para que puedan expandir la vigilancia comunitaria, contratar oficiales y apoyar programas comunitarios en vecindarios con alta criminalidad.
El Departamento de Justicia planea enviar “fuerzas de ataque” a Chicago y otras grandes ciudades para ayudar a perseguir a los que trafican armas.
Brown ha señalado en reiteradas oportunidades a la prensa que las armas ilegales son un problema en Chicago, a pesar de que la policía ha sacado a miles de las calles este año.
El presidente Joe Biden se reunió brevemente con la alcaldesa Lori Lightfoot durante su visita a Crystal Lake la semana pasada para hablar en parte sobre la violencia armada en Chicago.
Biden ha expresado su preocupación por dos agentes de la ATF y un oficial de Chicago que recibieron disparos durante un violento fin de semana del 4 de julio, en el que al menos 100 personas recibieron disparos.
David Brown culpa en parte a los tribunales de la violencia en Chicago argumentando que los jueces y fiscales están dejando salir a demasiados sospechosos bajo fianza.
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